Ayudan a inmigrantes para ir a la universidad

Profesora crea sistema de charlas y una guía de acceso para los indocumentados.

Cristina Sánchez

Cristina Sánchez Crédito: EFE

Charlotte, Carolina del Norte – Una profesora de origen español en Carolina del Norte está cumpliendo los sueños de decenas de jóvenes indocumentados al ayudarlos a entrar a la universidad para continuar con su formación educativa.

Con apenas 4 años enseñando Inglés como Segunda Lengua (ESL) en la secundaria Zebulon B. Vance en Charlotte, Cristina Sánchez, originaria de Madrid, ha cambiado la vida a por lo menos 80 hispanos.

“Estos eran jóvenes que no tenían apoyo ni información de cómo ir a la universidad sin tener papeles. Muchos ya se habían resignado a trabajar y abandonar sus sueños a pesar de ser excelentes estudiantes”, dijo Sánchez.

La madrileña llegó a Carolina del Norte en 2008 para dictar clases de ESL luego de haber acumulado experiencia en escuelas privadas en España, enseñando inglés a empleados y directivos de empresas multinacionales, y en los veranos trabajando en Irlanda y el Reino Unido.

“Desde pequeña quise ser maestra”, confesó. “Somos cuatro hermanas y para mis padres lo más importante era el estudio. Mi papá es mecánico y mi madre se quedó en casa para criarnos. Vengo de una familia muy trabajadora”.

Los dos primeros años en la secundaria Vance fueron de adaptación, de conocer la realidad de sus estudiantes, la mayoría indocumentados, con problemas en sus familias, deprimidos y sin motivación por lo incierto de su futuro en un nuevo país.

“Antes vivía en una burbuja, luego me di cuenta que no contaban (alumnos) con el apoyo de nadie, entonces en un viaje a Washington en febrero de 2011 para abogar por la legalización de los indocumentados, decidí hacer algo para cambiar el sistema”, resaltó.

Sánchez, de 32 años, encontró apoyo en la Coalición Latinoamericana (LAC), la organización hispana más importante de Charlotte, y fundó “College Access para Todos”, un programa de charlas y una guía de acceso a la universidad.

En abril del año pasado, la española seleccionó a un grupo de siete estudiantes de su escuela con excelentes calificaciones y de otras secundarias para llevarlos a una primera reunión con la Universidad Johnson C. Smith, un centro educativo tradicional de afroamericanos fundado hace 145 años en Charlotte.

“Les dieron becas a todos. Estos chicos han mejorado el nivel académico de esa universidad. Los directivos están satisfechos con los resultados y los muchachos están respondiendo”, apuntó.

Según el Centro Hispano Pew, cada año 65,000 estudiantes indocumentados se gradúan de una secundaria del país pero sólo entre el 5 y 10% ingresan a la universidad.

Por su situación migratoria, no tienen acceso a becas del Gobierno o del estado y la mayoría de las centros de educación superior cobran a estos jóvenes matrículas de estudiantes internacionales que son más del doble que la tarifa regular.

La salvadoreña Sarai Márquez, de 19 años, fue estudiante de Sánchez en Vance y soñaba con ir a la universidad para convertirse en contadora.

Por su situación migratoria, creía que era imposible por los altos costos hasta que Sánchez la llevó a Johnson C. Smith.

“Ya me había resignado a no seguir mi educación pero la maestra Sánchez insistió, me demostró que sí se podía, que con mi promedio escolar me darían una beca y no tendría que pagar nada. Ella cambió mi vida. Es una inspiración para nosotros”, contó.

También para Víctor Medina, un joven salvadoreño de 19 años, que en unos días recibirá su título de bachiller.

“No creía que se podía ir al college pero la profesora me explicó cómo hacerlo, dónde buscar ayuda económica, y empezaré pronto mientras trabajo”, afirmó Medina.

“Ahora la ayudo (a Sánchez) a dar charlas a otros estudiantes sobre el proceso de ingreso a la universidad, a preparase para el examen de ingreso (SAT). Es cuestión de sacar buenas notas y tener ganas de hacerlo”, acotó el joven que quiere ser pediatra.

Sin embargo, la educadora no sólo se enfoca en los jóvenes que cursan el último año de secundaria sino también en los que la inician.

Estudiantes como Evelyn Muñoz, de 16 años y originaria de México, quien ya comenzó a prepararse para seguir una carrera universitaria tomando cursos avanzados y preocupándose por su índice académico.

Los esfuerzos de Sánchez por cumplir los sueños de los indocumentados han sido reconocidos por su nominación de mentora del año 2012 por el alcalde de Charlotte, profesora del año 2011 de la secundaria Vance e internacional del Sistema Escolar de Charlotte-Mecklenburg (CMS), entre otros méritos.

“El siguiente paso será buscar dinero para becas de indocumentados de empresas que puedan donar fondos para esa causa. Ya hay una cultura de que sí se puede ir a la universidad, lo que sigue es ampliar el acceso a otros jóvenes”, concluyó.

En esta nota

Educación inmigrantes universidad

Suscribite al boletín de Política

Recibe gratis las noticias de política e inmigración diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain