¡Mujer, descubre tu instinto financiero!
Muchas mujeres han tenido durante años la inquietud (el deseo oculto en muchos casos) de poner a funcionar su talento financiero natural pero se quedan paralizadas por culpa de mitos negativos que ellas mismas (con la ayuda, naturalmente, de la sociedad y muchas personas que las rodean) se han creado acerca de sus posibilidades. He aquí las tres razones fundamentales por las cuales la mayoría de las mujeres, tal vez tú entre ellas, no invierten:
1. Crees que no tienes suficiente dinero. Sin embargo, para comenzar a invertir, ¡sólo se necesitan 25 dólares! Es precisamente a aquella a la que no le sobra el dinero a fin de mes a la que le hace falta aprender a invertir más y mejor.
2. Crees que no sabes nada de finanzas ni de inversiones. Pues entérate de que, en realidad, sabemos más de lo que pensamos. Lo que nos falta, muchas veces, no es el conocimiento ni la habilidad, sino la confianza en nosotras mismas.
3. ¿Eres de las que dicen, “Mi esposo se encarga de todo” y no sabes luego por qué nunca les alcanza para tomar esas vacaciones que tanto deseas? Me alegro de que tengas en casa un “sabelotodo” financiero. Pero aprende tú también a saber como se administra el rancho para que sepas como hacerlo tú sola si acaso llegara ese momento. ¿Y sabes qué? Cuando empieces a probar tu mano en las inversiones, quizás recibas la agradable sorpresa de que tu compañero se alegre de que tengas interés en la situación económica de la familia y trabajes en eso hombro a hombro con él. Esto me lo han dicho muchos hombres.
A pesar de esos mitos, las mujeres hemos demostrado una y otra vez que tenemos buena cabeza para las inversiones, a veces aplicando precisamente nuestros mejores instintos femeninos, como sucede en los grupos de inversionistas en los que tantas mujeres en todo Estados Unidos han logrado increíbles ganancias en la Bolsa.
Posiblemente me dirías, “Pero si yo ya tengo ahorros”. Caramba, que bueno, porque si ya tienes tus ahorros, le llevas ventaja a la mayoría de la gente. Pero, ¿sabes que ahorrar no es invertir? El ahorro es como sembrar una semilla la cual tienes que alimentar con el agua y el sol de las inversiones para que puedas probar su fruto algún día.
Quiero que vayas más allá del simple ahorro y examines tus posibilidades de hacer que ese dinero tuyo -o de ambos- se convierta en la llave que te permita realizar tus sueños y confiar en un futuro libre de aprietos económicos.
Y no pienses que esto se trata de algo complicadísimo y lleno de cifras y transacciones extrañas. ¿Quieres saber algo? Ni en la escuela me gustaron las matemáticas y ya he escrito tres populares libros sobre como invertir con éxito en la Bolsa. Yo creo que tú también tienes más instintos financieros de los que piensas.