No entiendo Maricopa

La popularidad Arpaio en el condado es difícil de entender.

En el mundo virtual circula una broma que dice que la única razón por la que Arpaio es tan popular y logra reelegirse tan fácilmente es porque las altas temperaturas de Arizona nublan el entendimiento de sus habitantes. Y es que en realidad resulta un fenómeno difícil de entender. Nos encontramos frente a un individuo que tiene una larga cadena de abusos y problemas legales y, sin embargo, se encuentra en campaña para reelegirse por sexta vez, y con claras expectativas de conseguirlo según parece.

Su carta de presentación es el combate a la inmigración no autorizada, y bajo ese emblema desarrolla una campaña mediática que lo mantiene siempre vigente ante las cámaras y la opinión pública.

El jueves 19 de julio dará inicio un proceso instaurado en su contra por el Departamento de Justicia por la violación de los derechos constitucionales de ciudadanos estadounidenses y residentes legales. Aparejados a este proceso, hay más de 1,500 demandas en contra de Arpaio que han terminado con arreglos extrajudiciales y que ya alcanzan una suma de más de 50 millones de dólares en indemnizaciones. Se lo cuestiona además por encadenar a los presos y mantenerlos en carpas en el desierto, alimentarlos con comida descompuesta y obligarlos a vestir ropa interior de color rosa.

Pero el asunto no acaba ahí, se ha determinado además que mientras Arpaio y sus subordinados aterrorizaban a niñeras y jardineros, más de 400 casos de abuso sexual fueron pobremente investigados; y que además Arpaio ha utilizado su influencia para acabar con las carreras políticas de varios exfuncionarios que osaron enfrentarlo.

Y, no obstante, ahí está el autoproclamado “Sheriff más duro de América”, gozando de gran popularidad y recibiendo millones de dólares para su campaña de reelección. Una reciente encuesta de la organización no partidista Behavior Research Center señala que el 60% de los votantes de Maricopa favorecen la gestión de Arpaio, mientras apenas 33% se oponen a ella.

En lo monetario, Arpaio ha recaudado casi cuatro millones de dólares en contribuciones para su campaña.

No lo entiendo, simplemente no lo entiendo. Puedo aceptar que los votantes del condado de Maricopa perciban a la inmigración no autorizada como un problema para su Estado, pero me resulta incomprensible que estos conservadores a ultranza no peguen el grito en el cielo ante el costo abismal que representan las demandas por abuso de poder presentadas contra Arpaio, y que no les interese para nada que en Arizona los criminales, incluidos los abusadores sexuales, operen libremente y sobre seguro.

Me parece que lo que ocurra con la demanda del Departamento de Justicia es crucial para el futuro de Arpaio, del condado de Maricopa y de los inmigrantes de Arizona.

¿Será este el inicio de la caída de Arpaio o seguirá tan campante como siempre?

Eso lo decidirá el juez, y quizás más adelante los votantes. En Arizona, o en cualquier otro rincón del país, no lo olvide amable lector, regístrese y vote.

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