Piedad Córdoba defiende sus arengas

BOGOTA/EFE – La exsenadora colombiana Piedad Córdoba, epicentro de una polémica esta semana por la difusión de un vídeo en el que arenga contra el Estado, argumentó ayer que esas declaraciones “son legítimas” y en defensa de los indígenas del convulso departamento del Cauca.

“Mis declaraciones son legítimas, justificadas y precisas, y acuden al supremo recurso del pensamiento y la libertad de opinión que convoca la acción civilista y pacífica, como lo vengo sustentando sin dobleces hace muchos años”, señaló la excongresista en una “carta abierta” divulgada por su despacho de prensa.

En el vídeo, que presumiblemente fue grabado a finales de junio, Córdoba invita a los indígenas del Cauca (suroeste) a apoyar una campaña para revocar el mandato de los congresistas e, incluso, “tumbar” al presidente Juan Manuel Santos.

La exsenadora expresó su respaldo al pueblo aborigen de los nasa en su exigencia de que salgan de sus territorios todos los grupos armados, incluidas las fuerzas de seguridad del Estado y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Precisamente el viernes, los indígenas del Cauca suspendieron los diálogos con el Gobierno ante la ausencia de dos ministros a una cita previamente acordada para hallar una solución a los problemas derivados por la presencia de actores armados en sus territorios ancestrales.

La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín, que reúne a las autoridades nasas) se declaró el pasado día 8 en “resistencia permanente” ante la agudización del conflicto en su territorio ancestral, con ataques de las FARC y hostigamientos y choques de esta guerrilla con la fuerza pública.

En la misiva, Córdoba indica que la acusan de “instigar al delito”, “asonada”, “concierto para delinquir” e “incitar a la violencia”, por referirse “básicamente al retiro de las bases militares que ponen en peligro a la población y por sumarme al llamado que pide la revocatoria del Congreso y que algunos sectores plantearon al mandato del Presidente”.

Mas adelante, señala que quiere recordar que “hay al menos dos derechos de primer rango a los que la población no puede ni debe renunciar- el derecho humanitario, que prohíbe que las partes contendientes, sean militares o guerrillas, se instalen entre la población civil para convertirla en escudo”.

Y “el derecho a la protesta, a la opinión, a la desobediencia civil y a la objeción de conciencia, respaldado en el pensamiento humanista liberal y social” añade la excongresista.

Ese derecho, agrega la “carta abierta”, se expresa “en este caso de dos maneras- en primer lugar llamando a la defensa pacífica por y desde la población civil atacada, velando por su protección, su libertad, derechos y recursos, desde su propia cosmovisión, a favor del territorio que está siendo militarizado y cruzados por dos modelos de desarrollo de la guerra”.

Y en segundo lugar, subrayó, “adhiriendo al torrente que muchos ciudadanas y ciudadanos han desatado, de la necesidad de revocar el mandato de poderes que no están salvaguardando intereses sociales o públicos sino amparando solamente los intereses privados”.