Una nueva generación
El reto es acercar a los migrantes mexicanos a su capital: Mancera
MÉXICO, D.F.- El jefe de Gobierno electo de la Ciudad de México, Miguel Mancera, está inmerso en la gloria: confeti blanco y amarillo cae sobre su rostro sonriente mientras estira los brazos como si quisiera abrazar a la multitud de personas que en el Zócalo representan a los tres millones de votos (el 62% del total) que lo apoyaron.
Jóvenes, viejos, mujeres lo aclaman en esa fotografía que se tomó hace tres semanas pero hoy luce en una de las habitaciones de la oficina provisional donde el próximo alcalde de la capital mexicana se encuentra con la realidad previa a asumir el cargo el 6 de diciembre próximo.
“Apenas duermo una horas”, confiesa en entrevista con este diario.
Tiene los ojos enrojecidos por el desvelo. Recibe gente, hace proyectos, piensa en el futuro que se avecina: no defraudar a los votantes; conservar la metrópoli para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que la gobierna desde 1997 y consolidarla como un oasis ante los embates de la delincuencia organizada, pero también voltear los ojos a la migración: alrededor de 750,000 “chilangos”, viven en Estados Unidos.
“He pensado mucho en ello”, afirma.
Su experiencia lo alerta del daño de la distancia familiar: hace 15 años que no visita a su tío –hermano de la madre- que vive en San Diego y con quien mantiene una relación telefónica desde que partió en 1977, cuando el pequeño Mancera tenía siete años.
“El reto es que los mexicanos no se sientan lejos de la Ciudad de México, que es su capital y acercar a las dos comunidades de mexicanos más grandes en el mundo: Los Ángeles y el Distrito Federal”.
¿Cómo? Con programas especiales ideados entre las dos ciudades. “Nos acercaremos más al alcalde de allá”, planea. Mancera tiene como experiencia previa de trabajo conjunto con EEUU el programa de intercambio de información internacional “Alerta Amber” para recuperar a menores de edad desaparecidos, extraviados o sustraídos que impulsó desde el año pasado como procurador de Justicia local.
¿Es Mancera un nuevo rostro para la izquierda mexicana, un relevo generacional a los líderes de oposición forjados en los años 60?
” Eso dicen”, contesta entre risas. Sus mejillas se ruborizan.
¿Le gustaría ser candidato a la Presidencia de la República para el 2018?
“Ahora hay mucho trabajo, todavía no lo pienso, ya habrá tiempo”.
Detrás del jefe de gobierno electo, de 46 años, hay una larga lista de aspirantes presidenciales con los que competiría por la máxima presea de la política que nunca ha sido para la izquierda; entre ellos, Andrés Manuel López Obrador (2000-2006), quien lo ha intentado dos veces, y Marcelo Ebrard (2006-2012), por mencionar algunos.
¿Qué opinión tiene de López Obrador?
“Es un dirigente nato, un líder del PRD y del movimiento: él ahora está con un reclamo que considero legítimo (impugnó la elección presidencial) porque está utilizando la vía de conducción que marca la ley y lo más importante es que no va a tomar calles, ni hacer bloqueos: eso ya se lo dejó claro”.
Para Mancera uno de los principales errores de la izquierda es que “dejo” crear una imagen de “rijosa”, “desordenada” y “desunida” que le impide difundir el trabajo a favor de la equidad social.
No fue el caso en el Distrito Federal: sus habitantes entregaron literalmente las llaves de su casa a los perredistas con un sufragio estrechamente relacionado a la seguridad: la incidencia delictiva en la capital ha disminuido en los últimos años a un ritmo de 3% anual, mientras a nivel nacional creció alrededor de 10.4%, según el Consejo Ciudadano de Seguridad local.
La tecnología ha ayudado: la capital mexicana es actualmente la única ciudad en el mundo que tiene interconectadas 13,000 cámaras de seguridad.
Además se profesionalizó a los policías desde hace más de una década y se unificó la dirección de los 80,000 agentes que tiene la capital “un solo mando, un solo gasto, una sola línea operativa”, detalla Mancera, “pero sobre todo mucho trabajo social: becas, oportunidades para vivienda, pensión universal para adultos mayores, madres solteras”.
“Si no tienes todo esto…¡estalla!”, dice en tanto abre más los ojos para observar a un gigantesco mapa de la ciudad que tiene de frente donde viven sus tres hijos, dos ex esposas, algunas ex parejas, y donde sigue soltero, cortejado en la prensa del corazón que lo llama el Goerge Clooney mexicano por su similitudes físicas y la manera de vestir.