Camarero que enfrentó a policías en protesta de Madrid se convierte en héroe

Imágenes de Alberto Casillas Asenjo cobijando a manifestantes en su bar dan la vuelta al mundo

Alberto Casillas Asenjo, un camarero que se enfrentó a policías de Madrid, España, y permitió que un montón de manifestantes se cobijaran de los disparos en el bar El Prado.

Alberto Casillas Asenjo, un camarero que se enfrentó a policías de Madrid, España, y permitió que un montón de manifestantes se cobijaran de los disparos en el bar El Prado. Crédito: Sin embargo

La publicación Sin Embargo reporta que Alberto Casillas Asenjo, un camarero que se enfrentó a policías de Madrid, España, y permitió que un montón de manifestantes se cobijaran de los disparos en el bar El Prado se convirtió en un héroe. Salió a poner su cara a la policía con un gesto que muchas personas le agradecen hoy desde Facebook y Twitter.

Sabe que su imagen hablando con agentes para impedirles el paso a una cafetería abarrotada de gente le ha convertido en protagonista de redes sociales. (Se puede ver en el video a partir del minuto 4.10).

“Vi que iban a entrar. Les dije que aquí no entraban, porque había mucha gente y porque todos somos seres humanos. Y les dije… bueno, dije alguna palabrota. Dije que por mis ‘tal’ no iban a entrar. Yo no quería ir contra las leyes, pero si entraban se iba a crear una masacre. Había niños y todo”, contó a El Huffington Post, versión española de The Huffington Post.

Su bar-cafetería de tapas y comidas está situado en frente del museo del Prado, muy cerca de la Plaza de Neptuno, donde el martes se produjeron enfrentamientos entre policías, obreros y estudiantes, según reporta Sin Embargo.

Alberto Casillas dijo que los agentes se plantaron ante su bar porque, al parecer, un herido de disparos, que estaba sangrando, entró allí a refugiarse.

Fue cuando él asegura que escuchó a un policía dar la orden de proceder a la detención. “Fue entonces cuando les dije que no pasaban. Durante todo el día el ambiente de la manifestación fue de lo más correcto. Y yo lo digo a título personal, pero creo que hubo un exceso de carga policial terrible. No discriminaban a nadie”, agrega.

La actuación de la policía ha sido calificada como “magnífica” por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Horas después, Alberto ha recibido un homenaje de la gente de la calle. Un homenaje espontáneo.

Alberto lleva tres años trabajando en este establecimiento, del que ahora es encargado. Ha visto muchas manifestaciones en esta, la peor crisis que España recuerde.

Pero el ambiente está cambiando, dice: “Esto ya está en el precipicio de empezar a resquebrajarse la sociedad. Se ve en las caras, los sentimientos, la impotencia de la gente. Es la imagen del miedo. Se ve miedo, miedo, miedo…”

“Mire, yo voté a Rajoy, pero este no es el tipo de Gobierno por el que yo voté. Debe haber conciliación y no he visto a nuestro presidente reunirse con nadie. Se decretan medidas y punto, y así no se puede gobernar”, agrega, vía telefónica, al periódico español.

Madrileño de nacimiento, ha vivido dos décadas en Venezuela. Cuenta: “Nos volvimos por la represión y ahora me la encuentro aquí. Eso se asemeja mucho al sistema de represión de Chávez, que hasta a veces es más compasivo de lo que se vivió aquí ayer”.

La gran sorpresa de los últimos acontecimientos en España es El País.

Después de considerarse por años como un diario progresista, frente a las protestas del movimiento 25-S, compuesto por trabajadores y estudiantes, que terminaron ayer en una batalla campal por las calles del centro de Madrid, su portada de ayer parecía la de un diario del franquismo, según Sin Embargo.

Minimizó la violencia con la que la policía reprimió la manifestación “Rodea el Congreso”, no reportó los ataques a turistas, a usuarios del tren en la estación de Atocha y a periodistas.

Por si fuera poco, en uno de sus editoriales, titulado “El Congreso no se cerca”, expuso que hay que tener cuidado con las protestas que pretenden deslegitimar globalmente la democracia representativa, “en nombre de no se sabe qué otra democracia supuestamente directa. En todo caso, el mensaje más claro debe ser este: el Congreso no se cerca”.

En ese mismo texto planteó: “Cabe esperar que las protestas en las calles discurran por cauces pacíficos pero, si no fuera así, que las fuerzas de seguridad tengan instrucciones para actuar de forma estrictamente proporcional”.

Por el contrario, El Mundo, diario madrileño ligado a la centro derecha en ese país, ha hecho una cobertura puntual de las protestas e incluso reporta la cobertura internacional sobre la crisis social en España.

Aquí puede ver la historia en Sin Embargo.

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