Ultimo adiós al ‘Macho’ Camacho
NUEVA YORK/AP Cientos de personas acudieron ayer sábado al funeral de Héctor ‘Macho’ Camacho en la iglesia en East Harlem donde el boxeador acudía de niño, y una multitud lo despidió a vítores cuando su ataúd fue llevado al cementerio.
“Héctor vivió el sueño americano, tuvo un origen humilde y fue conocido por miles de personas”, dijo el sacerdote Frank Skelly durante la ceremonia. “Podía darnos alegrías, y podía romper nuestros corazones. Podía inspirarnos, y a veces decepcionarnos”.
Camacho tenía 50 años cuando murió la semana pasada en su natal Puerto Rico, pocos días después de ser baleado en el rostro en un incidente en el que murió en la escena su amigo de la infancia Adrián Mojica Moreno.
La policía ha dicho que hay sospechosos del atentado, pero no ha arrestado a nadie.
Skelly, ex sacerdote de la iglesia, recordó la niñez de Camacho en la década de los 1970.
“En realidad no vi mucho a Héctor después que se fue de nuestra escuela, así que todavía lo recuerdo como un niño, y creo que así lo ve Dios”, expresó. “Lo demás no importa”.
Justin Camacho, uno de los cuatro hijos del púgil, leyó la Biblia.
El ataúd de Camacho estaba cubierto por una bandera de Puerto Rico cuando fue cargado al interior de la iglesia. La bandera fue reemplazada por un manto blanco adornado con una cruz durante la ceremonia, aunque la insignia fue colocada nuevamente al salir del templo.
Mientras, muchos ondeaban banderas de Puerto Rico y mostraban recortes de periódico y pancartas alusivas a Camacho.
“Todavía no creo lo que le pasó”, manifestó Tanya España, quien conoció a Camacho en la década de 1990 a través de un amigo en común, y enseñó un álbum de fotos para demostrar su amistad. “El Macho era muy solidario, muy cariñoso”.
El boxeador puertorriqueño, conocido por su personalidad colorida, ganó títulos mundiales en tres categorías en la década de los 80 y tuvo memorables combates con Félix ‘Tito’ Trinidad, Julio César Chávez, Sugar Ray Leonard y Edwin Rosario.
La iglesia estuvo a medio llenar, con familiares y amigos, pero cientos de personas esperaron fuera, detrás de las barricadas policiales al otro lado de la calle.
Después, Camacho fue enterrado en el cementerio St. Raymond’s, de El Bronx.
El viernes, miles de personas rindieron tributo al ex campeón en el velorio público en la misma iglesia, y otros presenciaron el recorrido del carruaje tirado por dos caballos blancos que portaba el cuerpo sin vida de Camacho por las calles del área donde creció.