Proponen reforma educativa en México que limitará sindicato

La iniciativa legal requiere de cambios en la Constitución y en otras normas, y la instalación de un servicio profesional docente que esté limpio de interferencias sindicales

El presidente de México, Enrique Peña Nieto (c), lidera hoy la presentación de una iniciativa legal para realizar una profunda reforma en el sector educativo, en Ciudad de México.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto (c), lidera hoy la presentación de una iniciativa legal para realizar una profunda reforma en el sector educativo, en Ciudad de México. Crédito: EFE

México – El nuevo Gobierno mexicano anunció hoy una profunda reforma del sector educativo que, de ser aprobada, cercenará el poder que durante décadas ha acumulado el principal sindicato de trabajadores docentes.

La iniciativa legal requiere de cambios en la Constitución y en otras normas, y la instalación de un servicio profesional docente que esté limpio de interferencias sindicales.

“La base para transformar a México es la educación”, anunció el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien ya en el mismo día de su investidura el 1 de diciembre anunció su intención de llegar a fondo en una de las reformas más necesarias del país.

Según datos oficiales, de cada 100 niños que inician su educación elemental sólo 64 terminan la escuela primaria, 24 el bachillerato, 10 egresan de una licenciatura y apenas 2 o 3 concluyen un posgrado.

En la prueba de 2009 del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (Pisa), realizada cada tres años, México ocupó el último lugar entre las 34 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el 48 del total de países evaluados (65).

Al delinear los puntos fundamentales de la reforma, el secretario (ministro) de Educación Pública, Emilio Chuayffet, reconoció que México atraviesa una “extensa y profunda” crisis en el sector educativo.

Ello a pesar de que es el segundo país del mundo, después de Nueva Zelanda, en cuanto a la proporción del gasto público destinado a la educación. “No hemos podido superar nuestras debilidades y rezago”, señaló Chuayffet.

El principal propósito de esta reforma es crear un servicio profesional docente que tenga en cuenta el desempeño profesional de los maestros, con criterios definidos para su promoción en la carrera, sin interferencias sindicales.

También incluirá un sistema de evaluación, desarrollado por un organismo autónomo, que será obligatorio para todos los maestros y que no esté sujeto a “caprichos o intereses particulares”, afirmó el ministro.

Esto choca con el poder de maniobra en el sector que acapara el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Esther Gordillo, considerada como la dirigente más poderosa de México.

El SNTE tiene el control de las plazas docentes del país, que cubre de acuerdo con lealtades sindicales.

También existen plazas vitalicias o hereditarias que Peña Nieto quiere eliminar.

En el acto en que se presentó la reforma, en el Museo Nacional de Antropología de esta capital, fue Jesús Zambrano, líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien puso el dedo en la llaga.

Zambrano, que firmó como testigo en el documento en que se recoge la reforma, dijo que lo que se anunció hoy “se trata de una verdadera revolución educativa” porque el sector se ha convertido en un “botín” de organizaciones sindicales.

Ahora se trata de recuperarlo de “una camarilla que durante décadas fácticamente se fue apoderando, adueñando del sistema educativo nacional”, agregó Zambrano, en clara alusión al poder acumulado por el SNTE.

Esa “camarilla”, insistió, “se constituyó en la traba principal para la educación” y estaba “retando” al Gobierno federal y a los estatales, creando obstáculos para el desarrollo del sector.

Peña Nieto ha querido que esta reforma cuente con el apoyo tanto del PRD como del Partido Acción Nacional (PAN), el grupo que dejó el poder el pasado 1 de diciembre. El líder del PAN, Gustavo Madero, se encontraba también en el acto de hoy.

Esta reforma forma parte del Pacto por México que suscribió Peña Nieto con los líderes de los principales partidos el pasado 2 de diciembre, un día después de asumir el poder, en el que se recogen los compromisos que asume el nuevo gobernante.

Y al presentarse hoy la iniciativa para la reforma educativa estuvieron presentes líderes políticos, jefes parlamentarios y muchos miembros del Gobierno de Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero se echó en falta a Gordillo, la dirigente del sindicato de maestros que también es la líder de facto del partido Nueva Alianza, que cuenta con 10 de los 500 diputados y que, eventualmente, Peña Nieto puede llegar a necesitar para completar su mayoría en la Cámara de Diputados.

Ayer expertos de la organización no gubernamental Muévete por la Educación anticiparon la importancia de esta reforma, que calificaron de “profundísima”.

“Si realmente se construye un servicio profesional del magisterio y un sistema nacional autónomo de evaluación educativa, se le está quitando el verdadero poder a una corporación que ha formado parte del arreglo político mexicano desde 1943”, afirmó uno de los integrantes de la ONG, el investigador Jorge Javier Romero.

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