Gérard Depardieu renuncia a su nacionalidad para evadir impuestos (video)
Diversos funcionarios del Gobierno Francés encabezado por el izquierdista Francois Hollande han criticado duramente a Depardieu por su escasa solidaridad en tiempos de crisis.
París.- El Gobierno francés replicó hoy a la indignación del actor Gérard Depardieu ante las críticas en el país a su exilio fiscal, y varios ministros cargaron contra su insolidaridad en tiempos de crisis, así como contra el feo que hace a Francia, a la que afirmaron que debe su popularidad y fortuna.
La más dura fue la ministra de Cultura, Aurélie Filippetti, que le reprochó en particular su gesto al anunciar que renuncia a su pasaporte francés y su intención de adquirir la nacionalidad belga.
“La ciudadanía francesa es un honor, son también derechos y deberes”, señaló Filippetti en una declaración repetida a varios medios de comunicación, como la emisora “France Info”.
“La gente que ha hecho fortuna en Francia lo ha hecho gracias al sistema francés”, y en concreto “Gérard Depardieu, su éxito lo debe al sistema francés de promoción del cine”, señaló la titular de Cultura, que lamentó que el actor “deserte del campo de batalla en plena lucha contra la crisis”.
En declaraciones a la cadena de televisión “France 2”, el alcalde del pueblo belga de Néchin, donde el actor se ha comprado una casa para poderse empadronarse en ese país, contó que Depardieu le había revelado, esta mañana por teléfono, el inicio de los trámites para solicitar la nacionalidad belga.
El ministro francés de Educación, Vincent Peillon, estimó que el exilio fiscal de Depardieu constituye “una actitud anticiudadana” y un “mal ejemplo” para los jóvenes, además de deteriorar su propia imagen, después de reconocer que “es incontestable” que se trata de “un buen actor”.
“Si avanzáramos un poco en la armonización fiscal, este tipo de situación no se daría”, lamentó Peillon, quien recordó que hay varios cientos de miles de cuentas bancarias de franceses en el extranjero y eso constituye “un mal ejemplo”.
En esa misma línea, el titular de Trabajo, Michel Sapin, reiteró la voluntad de su Gobierno de renegociar el convenio fiscal con Bélgica, como lo había manifestado recientemente el presidente francés, François Hollande.
En términos más generales, y refiriéndose a la Unión Europea, Sapin insistió en que “no se puede pertenecer a un mismo entorno económico, a un mismo entorno social, a un mismo entorno político, sin que haya un mínimo de armonización fiscal”.
Respecto al anuncio de Depardieu de que renuncia a su pasaporte francés y a su tarjeta de la Seguridad Social en protesta por las críticas que ha recibido por trasladar su residencia a Bélgica, lo atribuyó al carácter del actor.
La polémica entre el actor y el Ejecutivo prendió sobre todo con las declaraciones del pasado miércoles del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que calificó de “despreciable” la actitud de Depardieu de trasladar su residencia fiscal a Bélgica, debido al régimen más favorable para los millonarios y eludir el pago de impuestos en Francia.
La respuesta del actor llegó hoy en forma de carta abierta a Ayrault, publicada en “Le Journal du Dimanche”, en la que Depardieu dice que entrega su pasaporte y su carné de la Seguridad Social, y se queja de los términos utilizados por el primer ministro. “¿Quién es usted para juzgarme así?”, se pregunta.
Paralelamente, el diario “Le Parisien” publicó hoy que el escritor francés Michel Houellebecq, que hace unos años se había instalado en Irlanda -igualmente por razones fiscales-, se ha instalado en París porque echaba de menos varias cosas de su país.
Según declaró a este diario el agente del novelista, François Samuleson, “la unión del mal tiempo en Irlanda, de la práctica del inglés y de su deseo de ser un buen ciudadano han llevado al contribuyente Houellebecq a volver a Francia a comienzos de año para instalarse en París, en medio de la comunidad china”.