Muchos pagarían más impuestos
Aún Congreso y Casa Blanca no han podido evitar riesgo fiscal
EDITORES: AMPLIA con detalles. Con AP Fotos.WASHINGTON, D. C. (AP). Millones de familias y empresas de Estados Unidos recibirán un notable aumento en su carga fiscal mucho antes de lo que habían pensado si el Congreso y la Casa Blanca no conciertan un plan para evitar el precipicio fiscal de fin de año compuesto por mayores impuestos y menores gastos presupuestarios.
De hecho, ese aumento ya se presentó.
Más de 70 exenciones fiscales que disfrutaban individuos y negocios expiraron a fines del 2011. Si el Congreso no las refrenda con efecto retroactivo a principios de año, una familia de clase media podría experimentar un aumento de cuatro mil dólares cuando presente su declaración del impuesto de la renta del ejercicio 2012 en abril del 2013, según un análisis de la firma H&R Block, especializada en declaraciones fiscales.
Al mismo tiempo, las empresas podrían verse despojadas de decenas de exenciones fiscales que han recibido legalmente durante años gracias a sus cabildeos y donaciones a legisladores y otros políticos, entre ellas destacadas salvedades en las labores de investigación y desarrollo, depreciaciones de todo tipo a restaurantes y comercios detallistas que amplían o mejoran sus locales y negocios, y beneficios impositivos a empresas financieras con filiales en el extranjero.
Incluso si el Congreso decide actuar, los cambios de último momento en el sistema impositivo federal harán muy difícil que los contribuyentes calculen su carga fiscal en el 2012.
El presidente Barack Obama quiere que expiren las exenciones fiscales aprobadas por su predecesor George W. Bush en ingresos individuales superiores a los 200 mil dólares y 250 mil por parejas, pero prorrogarlas para los que ganan menos.
El presidente de la Cámara de Representantes John Boehner se opone. Empero, aclaró que estaría dispuesto a obtener mayores ingresos fiscales mediante la reducción o eliminación de ciertas exenciones fiscales y propuso elevar los impuestos a las personas que ganen más de un millón de dólares a cambio de cuantiosas reducciones en los gastos federales, especialmente en programas sociales, como el de asistencia para cuidados médicos y otras partidas obligatorias.
Obama no ha aceptado aún la oferta, según varias personas familiarizadas con las negociaciones, pero el gesto de Boehner sugiere que el diálogo ha sido reanudado tras quedar empantanado hace unos días.
El mayor peligro fiscal que encaran este año los contribuyentes es el impuesto alterno mínimo (AMT por sus siglas en inglés), adoptado en 1969 para que los más acaudalados no se libraran de las cargas federales. Empero, nunca fue ajustado a la inflación de forma automática.
El Congreso ajustó el AMT en el 2010, y unos cuatro millones de contribuyentes lo pagaron en el 2011. Sin un nuevo ajuste en el 2012, el AMT lo pagarán 28 millones de personas, con una sobrecarga fiscal de unos 3,700 dólares.