Piden justicia por mujer asesinada

Autoridades arrestan al esposo como principal sospechoso del crimen

Lydon Laing, hermano de la víctima —Hazel Robinson—  sostiene una foto de la mujer asesinada.

Lydon Laing, hermano de la víctima —Hazel Robinson— sostiene una foto de la mujer asesinada. Crédito: <copyrite>ESPECIAL PARA EDLP</copyrite><person>Mariela Lombard< / person>

NUEVA YORK — Familiares de una mujer asesinada presuntamente por su propio esposo, pidieron justicia ayer mientras el presunto agresor era instruido de cargos en la Corte Criminal de Brooklyn.

“Que hagan lo que tengan que hacer aquí (en Nueva York), que se haga justicia y después que lo deporten”, dijo Michael Jeffrey acerca de Ian Robinson, el hombre arrestado por la muerte de su esposa, Hazel Robinson. “Queremos que nos deje en paz y que no esté cerca a nosotros”.

Jeffrey, de 63 años y tío de la víctima, indicó que anoche se reunirían con la familia para determinar dónde será velada su sobrina.

Según el informe policial, Ian tuvo una discusión con su esposa a quien apuñaló varias veces en el cuello —y casi la decapita— alrededor de las 11:45 a.m. del domingo, dentro de su vivienda ubicada en la 14-60 de la calle 102 en la sección de Canarsie, en Brooklyn.

El crimen ocurrió ante la presencia del nieto de la víctima, de apenas cuatro años, presuntamente después que Hazel, de 51 años, le dijera a su esposo que él mismo tenía que cocinar su comida y lavar su ropa, según fuentes cercanas a la investigación.

“Tenemos el corazón destrozado”, dijo Lydon Laing, hermano de Hazel. “Por ahora, queremos privacidad para la familia”.

El atacante, quien no tiene un historial criminal, enfrenta el cargo de asesinato en segundo grado y posesión criminal de un arma

Un juez ordenó que Ian, de 58 años, quedara detenido sin derecho a fianza y tendrá que regresar a la corte en fecha próxima.

La pareja es oriunda de Guayana y tenían 12 años de matrimonio. Hazel trabajaba en un Salvation Army en El Bronx.

“Siempre estaba disponible para mí”, dijo Keon Flavius, sobrino de la víctima. “No tiene sentido lo que le hizo y en la forma que pasó… No quisiera saber el porqué lo hizo, eso me afecta más”.

Audrey Dent, una vecina de 48 años, calificó el crimen de “horrendo” y que los casos de violencia doméstica estaban fuera de control.

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