¿Será Hugo Chávez el primer santo venezolano? (Videos)

Nueva York – “No pasará mucho tiempo antes de que escuches a la gente diciendo que Chávez le hizo un milagro”, dijo la venezolana María González, refiriéndose a cómo el fanatismo por el presidente venezolano fallecido puede llegar a niveles inimaginables ahora que está en el más allá.

Chávez era, y sigue siendo, una figura que mueve masas y despierta grandes pasiones entre sus seguidores, que sólo se compara a las expresiones de fanatismo que se ven con famosos cantantes, artistas y deportistas.

A diez días de la muerte del mandatario, expertos coinciden en que ese fanatismo, en vez de mermar por su fallecimiento, se convertirá en una especie de culto. La figura de Chávez será más idolatrada que nunca, si se concretan los planes del Gobierno de embalsamar su cuerpo y exponerlo por siempre en una urna de cristal, decisión que se tomará en las próximas horas. Esto podría convertir su mausoleo en un lugar de peregrinación y desencadenar una devoción religiosa entre los chavistas.

“José Gregorio Hernández se quedó sin trabajo”, dijo un periodista venezolano al referirse al médico de ese país que en 1986 fue nombrado “venerable” por el papa Juan Pablo II, debido a que es considerado un santo en Venezuela, cuya población le atribuye innumerables milagros. Al periodista no le extrañaría que Chávez llegue a ser más adorado que el “médico sagrado” que ha estado en la historia de Venezuela desde comienzos del siglo XX, y se convierta en el primera santo venezolano.

Solo el tiempo dirá que rumbo tomará el chavismo en Venezuela. Sin embargo, ya muchas de las miles de personas que hicieron fila por nueve días para ver a Chávez en su ataúd, se refirieron a él como un santo. Y como dijo María González, es sólo cuestión de tiempo para que la gente también empiece a decir que él les hizo un milagro.

“Todo esto suena a supersticiones, pero como dicen en Venezuela: de que vuelan, vuelan”.

Una figura de la santería

Además de ser muy católico, es my bien sabido que Chávez también profesaba la santería, una práctica religiosa muy típica de los países caribeños que cuenta con sus propias figuras de adoración. Y es por ello que ya se habla de que Chávez igualmente podría convertirse en una de esas figuras típicas de la santería criolla venezolana como la india María Lionza, el Cacique Guaicaipuro y el Negro Primero.

Son muchas las historias que cuentan que durante sus 14 años en el poder, Chávez mantuvo a la santearía presente en su mandato, y siempre hacía referencia a las figuras de este culto en sus largos discursos por televisión y algunos actos oficiales. Sin embargo, la muestra más clara de su inclinación por las “cosas celestiales” fue cuando decidió cambiar el diseño de los billetes, en el cual incluyó, además de los tradicionales próceres de la patria como Simón Bolívar, a figuras de la santería como el Cacique Guaicapuro y el Negro Primero, además de animales como el cachicamo que también se usan en ese culto. Incluso una de las nuevas imágenes en los billetes, la de Luisa Cáceres de Arismendi, es en realidad, según opina la mayoría de los venezolanos, la indígena María Lionza.

Pero el tema de los billetes no termina allí. En cada uno de los nuevos diseños se incluyó una estrella, que también es usada por los santeros, y que mucho aseguran fue incluida para que protegieran al mandatario. Es por eso que es frecuente ver a venezolanos que cuando reciben un billete nuevo, lo primero que hacen es tachar la estrella con una cruz.

Además, son innumerables los cuentos que aseguran que en el Palacio de Miraflores (la residencia presidencial), se hacían constantes ritos de la santería y de vez en cuando hasta aparecían animales muertos. Algunos dicen que hasta un toro negro fue sacrificado en uno de los salones. No es tampoco extraño escuchar las historias que aseguran que los ‘babalawos’ fueron los que le recomendaron a Chávez que abriera la tumba de Simón Bolívar, para que así pudiese estar en contacto con el máximo prócer venezolano y su espíritu pudiera hacer contacto con el suyo.