No revoca las licencias aún
Gobernadora de Nuevo México no logra el apoyo de la legislatura
MIAMI, Florida (EFE). La Gobernadora de Nuevo México, la republicana Susana Martínez, fracasó nuevamente en su intento por revocar una ley que otorga licencias de conducir a inmigrantes indocumentados, al no lograr el apoyo necesario de la legislatura estatal, controlada por demócratas.
Revocar la ley estatal que otorga licencias de conducir a extranjeros sin necesidad de que comprueben su estatus migratorio en el país fue una de las promesas de campaña de Martínez, la primera gobernadora hispana en Estados Unidos, elegida en 2010.
Desde entonces ha tratado sin éxito hasta en cuatro ocasiones impulsar propuestas que revocaran o reformaran la ley estatal aprobada originalmente en 2003. El último fracaso lo tuvo este fin de semana, al cierre del periodo legislativo.
“En esta ocasión la gobernadora Martínez también pretendía darles un permiso, y no una licencia de conducir, a los jóvenes aprobados para la acción diferida, una propuesta que nunca fue considerada como pro inmigrante”, dijo a Efe Marcela Díaz, directora de Somos un Pueblo Unido en Nuevo México.
Actualmente los inmigrantes indocumentados pueden obtener una licencia de conducir en Nuevo México, como cualquier otro ciudadano de Estados Unidos, y para ello solo deben presentar documentación que demuestre que residen en este estado.
Solamente el estado de Washington tiene una ley similar, mientras que Utah otorga un permiso especial a inmigrantes indocumentados para que puedan conducir.
A pesar del último fracaso de Martínez, la activista aseguró que aún es pronto para “cantar victoria”, ya que, según explicó, la gobernadora podría vetar el presupuesto estatal, con lo que habría que celebrar una sesión extraordinaria del poder legislativo. En esa sesión podría tratar de impulsar su agenda de nuevo.
La gobernadora tiene hasta abril para decidir si aprueba o veta, total o parcialmente, el presupuesto estatal, que incluye 5,900 millones de dólares para financiar las escuelas públicas y programas gubernamentales.
En opinión de Díaz, la intención de Martínez de negar licencias de conducir a inmigrantes indocumentados responde a su interés personal de impulsar su propia carrera política.
Indicó que varios legisladores demócratas de Nuevo México han tratado sin éxito de “negociar” con los republicanos para llegar a un acuerdo que permita a los indocumentados seguir teniendo licencias de conducir, aunque tengan que cumplir con requisitos más estrictos”.
Martínez defiende que su único interés es la seguridad pública y explica que el estado se ha convertido en un “magneto” para indocumentados que van a Nuevo México con el único propósito de obtener una licencia de conducir, aunque no vivan en este estado.
También cree que existe la posibilidad de que organizaciones criminales aprovechen la oportunidad que tienen para obtener licencias de conducir en ese estado y después viajar libremente a través del país.
“Desafortunadamente hay una discrepancia entre lo que se está discutiendo a nivel nacional de aprobar una reforma migratoria y la agenda que sigue Martínez a nivel local, sin escuchar la voz de la comunidad”, lamentó la activista.