Exindocumentados beneficiados con la amnistía hoy generan capital

Algunos inmigrantes hispanos antes fueron indocumentados; pero sus historias cambiaron con la amnistía de 1986. Ese fue el legado del expresidente Ronald Reagan. Hoy con el presidente Barack Obama ¿se repetirá la historia?

Simón Aquino muy orgulloso en su tienda de abarrotes en el barrio de La Villita

Simón Aquino muy orgulloso en su tienda de abarrotes en el barrio de La Villita Crédito: Foto Cortesía

Chicago.- Con la promulgación de la amnistía migratoria en 1986, el expresidente republicano de los EE.UU. Ronald Reagan cambió el destino de al menos tres millones de indocumentados, según organizaciones pro inmigrantes.

En ese entonces, miles de inmigrantes legalizaron su estatus a través del Acta de Control y Reforma Migratoria de 1986 (IRCA) y sus ingresos aumentaron un promedio de 15% después de cinco años, cita un estudio del 2010 del American Immigration Council y del Center for American Progress.

Esto les permitió gastar más e invertir en su futuro a largo plazo.

Una de las beneficiadas con la Ley IRCA fue Rina Meza, de 49 años.

El conflicto bélico en El Salvador en la década de los ochenta hizo que esta mujer dejara su tierra natal para emigrar a México, país en el que vivió por un año.

Meza cruzó la frontera de Tijuana hacia California, donde vivió 11 años. Trabajó en una fábrica que elaboraba equipos médicos y los fines de semana se dedicaba a vender pupusas.

Cuando se dio la amnistía migratoria de 1986, su vida dio un giro de 360 grados.

“Ni bien ‘arreglé papeles’ obtuve mi seguro social, dejé la fábrica y empecé a trabajar como cajera en un restaurante”, dijo.

NEGOCIO CON ÉXITO

Al mudarse a Chicago en el año 1993, Meza conoció al nicaragüense Marcos Ortega, su actual esposo y padre de sus dos hijas ciudadanas estadounidenses.

Ortega también vivió su propia experiencia migratoria, pues al llegar a EE.UU. trabajaba en una lavandería los siete días de las semana con un salario bajo. Estaba bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS).

“Arreglé ‘papeles’ a través de la NACARA [Ley de Ajuste Nicaragüense y Alivio Centroamericano]; así pude cambiar de empleo, me fui a trabajar a una lavandería industrial con mejor paga y con beneficios”, contó.

Ambos decidieron sacar un préstamo y abrir un restaurante de comida salvadoreña en el barrio de Albany Park. Hoy el negocio tiene 16 años en el mercado y éxito total.

“La gente viene y no me pide una pupusa, me piden diez, veinte, treinta, a veces me faltan manos”, dijo Meza a La Raza.

“Mi esposo se encarga de la administración. Nos va bien. Cuando ‘arreglamos papeles’ vimos que habían mayores posibilidades de salir adelante”, recordó.

“NO LO HACEN POR SU CONDICIÓN”

De acuerdo con el reporte “Ten Economic Facts about Immigration”, de 2010 y presentado por The Hamilton Project, los inmigrantes de hoy poseen un fuerte espíritu empresarial y tienen un 30% más de probabilidades de formar nuevos negocios que los ciudadanos nacidos en EE.UU.

Ortega está convencido de que los hispanos vienen a abrir negocios. “Hay gente trabajadora que con sus ahorros bien podrían poner un negocio, comprar una casa; pero no lo hacen por su condición migratoria. Esto podría cambiar si hay una legalización”.

Meza, quien ahora es ciudadana por naturalización al igual que su esposo, expresó: “por experiencia propia decimos que de haber una reforma migratoria será de gran beneficio para la comunidad inmigrante”.

DE AGRICULTOR A EMPRESARIO

Por otra parte, Simón Aquino, originario de Puebla, México, emigró a los EE.UU. hace más de tres décadas.

Se estableció en Indiana y como era indocumentado no tenía derecho a beneficios ni a un buen salario. Trabajó como agricultor durante cuatro años sembrando tomatillo, jalapeño y chile dulce.

Contó que en similares condiciones estaban algunos compañeros del trabajo que contaban con la visa H-2A para trabajadores del campo.

En 1983 decidió mudarse a Chicago y ni bien llegó encontró trabajó en una fábrica de chocolates.

Con la ley de la amnistía de 1986 obtuvo la ‘green card’ y ahora tiene una tienda de abarrotes en La Villita, la cual abrió hace 19 años.

Aquino, de 53 años, es residente legal, estudia inglés en Universidad Popular y en sus ratos libres le encanta tocar la guitarra en su negocio. “Apoyo la reforma migratoria con un camino a la ciudadanía porque esto beneficiaría también a la economía del país”, opinó.

“A nosotros no nos importa si el trabajo es fácil o duro, lo que nosotros buscamos es trabajar y vivir dignamente”, dijo Aquino a La Raza.

RECUADRO

Una legalización, ayer y hoy

FABIOLA POMAREDA

La Raza

Analizar los efectos de la Ley IRCA y las lecciones aprendidas es clave para muchos en medio del debate migratorio actual.

¿Cuáles son las diferencias si se compara esa época con el contexto político, económico y social de ahora? ¿Cuál sería ahora el impacto de un programa de legalización similar?

En el estudio “Back to the Future, The Impact of Legalization then and now”, se responden algunas de esas preguntas.

La investigadora de la Universidad de Michigan Sherrie Kossoudji es la autora del estudio y escribió que IRCA produjo “beneficios directos inmediatos al transformar a trabajadores clandestinos en empleados con buenos salarios”.

Se calcula que los trabajadores vieron sus salarios aumentar un promedio de 14% al regularizarse.

“La legalización a través de IRCA no creó más trabajadores sino que regularizó su estatus como fuerza laboral”.

Al analizar los expedientes de quienes aplicaron para la legalización ante el Immigration and Naturalization Service (INS) los autores del estudio se dieron cuenta de que la mayoría de los inmigrantes ya estaban en la fuerza laboral –un 90% de hombres y entre un 70 y un 92% de mujeres-.

El estudio, publicado en enero por The Immigration Policy Center, concluyó que un programa de legalización tendría también un impacto profundo en la vida familiar porque se eliminaría la tragedia de la separación por detención o deportación de un miembro.

El estudio afirma que, al tener los niños y jóvenes más oportunidades de educación superior por su estatus, 5.5 millones de niños y sus familias tendrían mejores oportunidades.

“La legalización sería el programa federal de desarrollo de fuerza laboral y anti pobreza más barato”, se lee.

RECUADRO

Algunas cifras post-IRCA

IRCA tuvo un efecto inmediato y dramático en las vidas de millones de inmigrantes no autorizados para estar en el país.

-Aproximadamente 1.6 millones de individuos legalizaron su estatus a través de las provisiones generales de la ley y 1.1 millones más con las provisiones para Special Agricultural Workers (SAW).

-Los nuevos residentes permanentes y ciudadanos pudieron ‘pedir’ a sus familiares que calificaban a través de los canales migratorios normales.

-Tal vez la lección más importante de IRCA es el ambiente político en el cual se aprobó. Fue producto de apoyo bipartidista en ambas cámaras del Congreso en un momento de gobierno dividido, con un presidente republicano, un senado republicano y una cámara baja demócrata.

Fuente: Artículo “At Its 25th Anniversary, IRCA’s Legacy Lives On”. Publicado por el Migration Policy Institute

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