¡Solo vale el triunfo!
En un Estadio Azteca repleto, el Tri buscará reivindicarse con su afición al recibir al gran rival: EEUU
MÉXICO, D.F. (AP). Sacudida por un flojo arranque, la selección mexicana recibe hoy a su acérrimo rival Estados Unidos con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos para evitar meterse en una profunda zanja en el Hexagonal Final de la Concacaf rumbo al Mundial de Brasil 2014.
Y es que ya son 64 años de hegemonía absoluta de México sobre Estados Unidos en eliminatorias.
La marca empezó en busca de un lugar para el Mundial de 1950 y se busca prolongar para un lugar en la misma sede, Brasil, pero 64 años después.
Hoy, en el Azteca, llegará el enfrentamiento 15 entre este par de combinados en México en eliminatorias mundialistas, y el saldo es más que contundente: 13 victorias para el Tri y apenas un empate para los Estados Unidos, que consiguió en 1997, de cara a la Copa del Mundo en Francia.
La selección mexicana llega a este duelo tras firmar su segundo empate, ante Honduras el viernes, en igual número de partidos, algo que nunca le había pasado desde que se instauró el nuevo formato de clasificación, previo al Mundial de Francia 1998.
En la primera fecha, los mexicanos tuvieron una decepcionante presentación al empatar 0-0 ante Jamaica en el Estadio Azteca.
“Creo que al final de cuentas se sigue sumando y en esas cuentas el sumar en casa es preciso”, dijo ayer José Manuel De la Torre.
“Ahí vamos un poco rezagados por el partido de Jamaica, porque no fuimos precisos. No se jugó con la calidad de otras ocasiones, pero eso ya pasó. Por eso también se manejó la molestia con Honduras y por eso la importancia de sacar el siguiente partido”, expresó el timonel del Tri.
“Al final del día los resultados son lo que quedan. La gente no se acuerda de cómo. Tú eres tan malo o tan bueno como tu último resultado y eso se va a dar de acuerdo a la forma cómo juegues”, añadió.
Aunque el “Chepo” parece seguro en su puesto por ahora, la presión empieza a aflorar.
Tras empatar con Honduras a ningún jugador se le permitió dar declaraciones y el equipo cerró las puertas de sus entrenamientos los últimos dos días hasta ayer, cuando abrieron puertas en la cancha del Estadio Azteca.
“Yo no estoy aquí para caerles bien sino para lograr objetivos. La presión en esta posición de seleccionador nacional va a existir siempre, juegues con quien juegues”, añadió De la Torre.
“Este es un partido importante, el más importante porque es el único que hay, no es porque sea Estados Unidos”, manifestó.
Por ahora, México no está en una situación apremiante porque Honduras es líder del Hexagonal con 4 puntos, Estados Unidos viene detrás con 3, mientras que Panamá, México y Jamaica tienen dos cada uno y Costa Rica es sotanero con una unidad.
Un triunfo ante Estados Unidos combinado con otros resultados favorables incluso catapultaría a México al primer puesto.
Pero cualquier otro resultado ante el acérrimo enemigo encendería los focos rojos porque el Tri nunca ha sumados dos empates consecutivos como local en un Hexagonal Final, ni tres empates en fila en una eliminatoria.
México es uno de los favoritos para conseguir uno de los tres boletos directos que están en disputa.
El Tri ha acudido sin falta a los últimos cinco mundiales.
Por su parte, Estados Unidos desembarca en México en busca de una primera victoria en el Azteca por eliminatorias.
Los dirigidos por el técnico Jurgen Klinsmann tienen la confianza de su lado, porque ya saben lo que es ganar en el imponente estadio, algo que lograron por primera vez en su historia el pasado 18 de agosto al imponerse 1-0 en un amistoso.
Estados Unidos, el otro peso pesado de la región, viene de vencer 1-0 a Costa Rica en un partido pasado por una fuerte nevada en Denver.
“Estoy emocionado porque es un juego muy importante, tenemos la oportunidad de jugar en un Estadio Azteca que se llenará con más de 100 mil aficionados, pero es algo que queremos experimentar y estamos preparados”, dijo Klinsmann.
“Es una gran rivalidad y esperamos un duro partido”.
El resultado del viernes alivió un poco la presión sobre el entrenador alemán, que ahora sabe que el obligado a ganar es México y podría jugar con esa desesperación.
“Es uno de esos encuentros que te ponen hambriento, es una inmensa oportunidad y queremos aprovecharla y darles una verdadera batalla, queremos retarlos”.
“Queremos ganar aquí, es nuestra meta”, finalizó el estratega alemán.