Test: Volkswagen Golf VII 2.0 TDI DSG (Fotos)
Les traemos la prueba que realizamos sobre la última generación del Golf, recién presentado en el Auto Show de Nueva York 2013.
Fueron unas pocas millas -alrededor de 125- en unas pocas horas, pero nos dimos el gusto de conocer, manejar y tomar contacto con un vehículo pensado y desarrollado para los clientes europeos. Con características necesarias e indispensables para un mercado con miles de posibilidades y variantes, la séptima generación del Volkswagen Golf mantiene su esencia.
El diseño mantiene las cualidades históricas del Golf. Las típicas columnas C y el trazo del techo se han unido con los nuevos diseños de Volkswagen. Manteniendo los rasgos de un compacto, se han agregado algunos detalles que remiten a los sedanes, como la marcada línea de cintura que continúa en el portón trasero y la terminación de las ópticas traseras similares a las que se ven en el Passat.
La geografía de montañas donde se realizó la prueba dinámica -Cerdeña, Italia-, ha sido una excelente elección de la marca para que el modelo muestre la gran capacidad de respuesta y estabilidad a alta y baja velocidad. También comprobamos con algunas paradas rápidas que su capacidad de frenado es excelente.
No es un detalle que hemos podido corroborar de una manera exacta y clara, pero está claro que el Golf VII ha sido producido para ser un vehículo eficiente. Uno de los ejemplos se da en su peso, ya que de los 1,273 kilogramos de antecesor pasó a 1,184 Kg., haciendo más ligero el sistema eléctrico, los grupos constructivos, el chasis y la construcción. Junto al Start/Stop de serie, la marca informa que el consumo mixto del 2.0 TDI de 150 HP está en las 53 millas por galón.
La excelencia del confort de marcha está sostenida por el perfeccionamiento de la acústica. El propulsor diésel casi no se escucha al andar. A través de la concepción del chasis auxiliar delantero y otras modificaciones puntuales, ha sido posible minimizar los ruidos que pudiesen entrar al habitáculo.
El Golf ha crecido en sus medidas y eso se refleja en su habitabilidad interior. Las ruedas delanteras han sido desplazada unos 43 mm. hacia adelante, su longitud ha aumentado en 56 mm y su distancia entre ejes en 59 mm. La combinación ha dado que la batalla ascienda a los 2,637 mm para brindar mayor espacio en las plazas delanteras y, mayormente, en las traseras.
La versión probada en Europa disponía de una pantalla táctil de ocho pulgadas con sensor de proximidad. Es decir que cuando uno acerca el dedo, los comandos del sistema multimedia se ven reflejados para comenzar el uso. Gracias al volante multifunción, todos los mandos están al alcance del conductor con un mínimo movimiento.
Ágil es el adjetivo que más describe a la motorización 2.0 TDI de 150 caballos. Tanto en aceleración como en recuperación el vehículo responde de gran manera. El propulsor equipa dos árboles de diferencial que ayudan a la suavidad de marcha. Los datos entregados por la marca indican que su par máximo es de 320 Nm a las 1,750 revoluciones por minuto, el 0 a 60 mph lo desarrolla en 8,6 segundos y las velocidad máxima alcanza las 135 mph. La unidad testeada llevaba acoplada la reconocida transmisión automática DSG con doble embrague y seis velocidades.
Opcionalmente, se puede contar con el Sistema de Regulación Automática de la Distancia que lleva integrado un sensor de radar en el frontal (atributos disponibles en la unidad probada). Dependiendo de la situación, los modelos que equipan la caja DSG pueden frenar el vehículo hasta detenerlo y volverlo a poner en marcha automáticamente gracias al “stop and go”.
Si bien hemos tenido un contacto fugaz con el Golf VII, podemos decir que con el paso de los años este icónico modelo continua manteniendo la esencia que lo llevo al éxito, pero dando un salto de calidad en cada nueva generación.