Pillos dejan sin joyas de oro a virgen de Copacabana boliviana
Feligreses oran y realizan vigilias para que los ladrones se arrepientan y devuelvan su botín
COPACABANA, Bolivia — Los feligreses realizaron oraciones, misas y vigilias este miércoles para la virgen de Copacabana que dos días atrás sufrió el robo de todas sus joyas y adornos de oro mientras la policía boliviana trabaja con su par de Perú para dar con los ladrones.
La imagen de la virgen de Copacabana tallada en 1580, patrona de los bolivianos, fue despojada de sus 10 anillos y ocho adornos de ella y del niño que lleva entre sus brazos.
La virgen es una copia de la Candelaria de España, la cual fue tallada por el indígena Tito Yupanqui y llevada a la localidad de Copacabana, a unos 105 kilómetros al noroeste de La Paz.
“Cómo le han podido hacer esto a la mamita, ahora nosotros pedimos perdón por los ladrones que le han despojado de todo”, dijo Dionicia Quispe, una mujer aymara de unos 35 años que representa a la junta de vecinos de Copacabana.
Al lado de ella se encontraba una representante de los vendedores de esa ciudad, Josefina Quispe, que junto con otras 10 mujeres realizan una vigilia para no dejar sola a la virgen hasta que aparezcan sus joyas.
“Estamos en continua oración para que le perdone a los rateros (ladrones) y que se arrepientan y nos devuelvan lo que se llevaron de nuestra mamita”, agregó Quispe.
El párroco de la iglesia, Elvio Frías, contó que el pasado lunes se dieron cuenta de que la virgen no tenía sus adornos y joyas. “Llamamos inmediatamente a la policía y pudimos evidenciar que los ladrones entraron por la parte trasera de la iglesia, rompieron un vidrio y por allí entraron. Llevaron una escalera y robaron todos sus objetos de oro”, explicó Frías.
El padre encargado de la iglesia se encontraba de viaje y no puso la alarma de la virgen, informó el coronel Mario Cata.
“Lo que estamos haciendo ahora es apoyarnos con la policía de Perú para poder dar con los ladrones”, agregó.
La gente contó que no es el primer robo sino el tercero que sufre la virgen.
El robo fue silencioso y cuidadoso ya que a la imagen no la dañaron ya que la corona de ella y del niño estaban bien aseguradas a la cabeza.
En el sur de Bolivia, en Potosí, se produjeron otros nueve robos a iglesias coloniales en entre fines de marzo y abril.
La Iglesia en Bolivia ha manifestado su preocupación por la ola de robos.