Miles de niños en NYC necesitan un hogar permanente
Hispana soltera abre sus brazos y ofrece una familia a menores sin padres
Nueva York — Cuando tenía 45 años, la puertorriqueña Carmen Rivera entró como voluntaria en un programa de familias de acogida para niños que han tenido que salir de hogares problemáticos en Nueva York o que perdieron el suyo.
Cinco años después, Rivera ya es la madre adoptiva oficial de Xavier, de seis años, uno de los niños que acogió, y está en proceso de convertirse también en la de Nigel, de tres.
“Ellos han traído la luz a mi casa”, dijo Rivera, que vive en El Bronx, no está casada y tomó la decisión sola. “Han sido una bendición de Dios y se han convertido en el motor de mi vida”.
Aproximadamente 16,000 niños se encuentran ahora mismo en el programa de familias de acogida de la ciudad de Nueva York, según la Administración de Servicios a la Infancia.
Muchos de ellos tienen la oportunidad de volver más tarde a sus hogares de origen, pero algunos, como Xavier y Nigel, necesitan ser adoptados en un hogar permanente.
Con ellos en mente, se creó en 2006 la iniciativa Heart Gallery NYC. A través de este programa, célebres fotógrafos donan su tiempo para tomar imágenes de niños que están en programas de acogida y luego estas son exhibidas en exposiciones itinerantes.
“El objetivo es captar realmente el espíritu de bondad y las ganas de vivir que tienen estos niños”, explicó Laurie Sherman Graff, directora ejecutiva y fundadora de Heart Gallery NYC. “Las fotos de los folletos de adopción no les hacen justicia y esta iniciativa les hace más fácil encontrar las familias que merecen”.
La exposición de fotografías se puede contemplar desde ayer y hasta el 31 de mayo en el Children’s Museum of the Arts (103 Charlton Street, Manhattan), y también está disponible en http://www.heartgallerynyc.org.
Rivera anima a que más gente se atreva a dar el paso de adoptar y asegura que para el proceso se cuenta con mucha ayuda de la Ciudad.
“Les digo a todas las mujeres que no tengan miedo de acoger y adoptar niños”, expresó Rivera. “Hay muchos niños que lo necesitan y un niño no es una carga, sino una bendición”.