Trío enfrenta cargos por rapto de ecuatoriano en Queens
Pedro Portugal, de 52 años, estuvo más de un mes encerrado en un almacén en Nueva Jersey
NUEVA YORK — Tres hombres fueron acusados el miércoles de secuestrar y torturar durante un mes a un empresario ecuatoriano en un almacén del condado de Queens, en Nueva York, y pedir a su madre, quien está en Ecuador, un rescate de $3 millones.
La oficina del fiscal del distrito de Queens informó de que Pedro Portugal, de 52 años, fue atado, golpeado y quemado con ácido de forma intermitente desde el 18 de abril, cuando fue secuestrado en el barrio de Jackson Heights, hasta el 20 de mayo.
Los autoridades identificaron a Christian Acuna, de 35 años, Dennis Alves, de 32, y Eduardo Moncayo, de 38, como los secuestradores. Los tres confesaron su crimen después de ser arrestados, dijo la fiscalía.
El departamento de policía no dijo cuál sería la relación entre los acusados y el secuestrado y no informó de inmediato sobre las nacionalidades de los captores. Portugal fue secuestrado a plena luz del día en la avenida Roosevelt, cuando Moncayo se acercó a él mostrando lo que parecía una placa del Departamento de Policía. Después de agarrarle le forzó a entrar en un vehículo, donde otros dos hombres le golpearon y le colocaron una máscara para obstruir su visión.
Tras llevarle a un almacén en Long Island City y atarle a una silla le dijeron que querían su dinero y que sabían que tenía propiedades en Estados Unidos.
“Supuestamente uno de los desconocidos le ordenó llamar a su madre en Ecuador y pedirle $3 millones como pago por secuestro, que debían ser entregados a una persona llamada ‘Tito”’, dijo la fiscalía a través de un comunicado.
Los secuestradores amenazaron con cortarle los dedos y matarle, señaló la fiscalía. El 20 de mayo un agente de policía entró al almacén y descubrió a Portugal con las manos atadas. Otro detective vio a Acuna huir y le persiguió hasta arrestarle.
El momento del secuestro fue captado por una cámara de video de un negocio de la zona. Según la fiscalía, Acuna contrató a Alves para ayudarle a vigilar a Portugal a cambio de $800 a la semana.
El y Alves le vigilaban durante el día mientras Moncayo lo hacía por la noche. Alves supuestamente dijo a la policía: “No le traté mal. Le dije (a Portugal) que se trataba tan sólo de un negocio”.
Los tres acusados enfrentan cargos de secuestro y encarcelamiento ilegal. Podrían ser sentenciados a una pena máxima de 25 años en prisión.