Alejandra Guzmán graba ‘En Primera Fila’
La "Reina del Rock" mexicano hizo su nuevo disco envuelta en emociones... y muy buena compañía
MÉXICO, DF.— La Guzmán ha vuelto hacer de las suyas. Se la ve vigorosa, radiante, plena…y viva, una palabra que no se cansa de repetir y que en ella tiene otras dimensiones.
“¡Estoy viva!“, estalla la frase —con ese vocerrón tan inconfundible— cuando se encuentra rodeada de sus fans, los que la acompañaron el jueves por la noche en un foro de los Estudios Churubusco, a grabar En Primera Fila (Sony Music México), el primero que Alejandra Guzmán realiza en sus 25 años de carrera , evento al que tuvo acceso La Opinión.
Para asistir a la grabación de un disco hay que poner aprueba la paciencia y olvidarse prácticamente del tiempo.
Los fans se lucieron. Siguieron cada indicación del productor: “aplaudan”, “hagan coros”, “aplausos con gritos”… Toda una guía de instrucciones hasta que, por fin, el corazón de la llamada “Reina del Rock” mexicano se abrió, sin transpariencias.
“¡Cómo los extrañaba!”, gritó. “Para mí esto es muy especial… ¡Estoy viva!”.
Tenía mucho por agredecer. La palabra vida, en ella, lleva un dejo de profundo sentimiento.
Alejandra Guzmán es la reina del rock no sólo porque en estos 25 años su carrera está respaldada con más de 15 discos grabados, ni por las 15 millones de placas que ha vendido. Su reinado se sustenta también en las excentricidades de su vida.
Ninguna rockera mexicana —que han sido pocas—, ha tocado las profundidades a las que ha llegado la hija de la emblemática actriz Silvia Pinal. Sus triunfos y sus fracasos parecieran ir agarrados de la mano con la misma intensidad.
Por esa razón, esta grabación no pudo haber sido más íntima. Ella, en el escenario, con toda su energía; y abajo, sus cómplices, los fans que han estado con ella en las buenas, en las malas y en las peores.
Había unas 800 personas en el foro, entre los fans, invitados especiales, gente de la disquera y medios.
Pero a pesar de toda esa multitud, había una relación bien definida: sus seguidores y ella. Una mancuerna entre cómplices. Admirados mutuamente.
Reconoció a varios de ellos y les agradeció las cartas que le enviaron los días interminables en el hospital donde estuvo por varias semanas.
“Todavía tengo el oso de peluche con el penacho”, le dijo a uno de ellos.
Como ladrones fue el primer tema con el que abrió y uno de los diez inéditos de este nuevo material.
Después de la publicación de Único, en 2009 —justo el año en el que fue ingresada al hospital por la infección en sus gluteos—, no había entrado al estudio de grabación.
“Este disco es muy especial por muchas razones”, expresó. “Hace mucho que no cantaba”.
La primera participación fue con la cantante española Beatriz Luengo, a quien pocos conocían pero que aceptaron muy bien con la pieza Quítatelo.
Luego el colombiano Fonseca tuvo una deliciosa participación con Yo no soy de nadie, un tema a ritmo de vallenato que los mexicanos recibieron con entusiasmo, pero que tuvieron que volver a grabar.
“A ver huev… de allá atrás ¿para qué creen que los trajimos?… vamos a volver a grabarla porque no aplauden”, expresó la cantante a tono de broma y con eso encendió el entusiasmo otra vez.
El turno llegó para el también español Dani Martín, con otro tema inédito, Aunque me mientas.
Los fans querían unirse al evento, así que llegó el turno de su participación con Eternamente bella, en una sorpredente versión en bossa nova.
Para este disco, La Guzmán se rodeó de la genialidad de diez músicos —algunos de ellos acompañaron a Shakira en su última gira—, que tuvieron dos semanas de intensos ensayos.
El acústico de Yo te esperaba, que dedicó a su hija Frida y luego a todas las mamás incluyendo a la de ella, fue el más conmovedor de la noche.
Con su desgarradora voz, la potencia de las frases y esa manera de interpretar, Alejandra no pudo contener las lágrimas. Abajo el público la acompañaba de la misma manera.
No todo fue melancolía. Con La Guzmán se puede estar en los dos extremos al mismo tiempo. Pasar de las lágrimas a la alegría.
“Pero no lloren”, dice secándose las lágrimas y desatar una risa que se transforma en carcajada.
La participación con Mario Domm y Robi Draco Rosa fueron el clímax de la noche.
Hasta un día antes, Alejandra no sabía de la participación de Domm, quien hizo el acompañamiento en piano de Volverte a amar, un tema escrito por ambos.
En el ensayo, al que varios fans también asistieron, la emoción de la cantante era simplemente indescriptible.
Tanto ese día como al siguente el “te amo” era la frase recurrente de Guzmán a Domm. “Te amo y lo sabes”, le decía.
Para cerrar con los feats, Robi Draco Rosa hizo su aparición en el escenario —con un look renovado— para cantar con La Guzmán All Along the Watchtower, de Jimmy Hendrix.
Quiso consentir a sus fans con canciones por todos conocidas: Mi peor error, Hacer el amor con otro —de la que dijo es el tema más importante de su carrera— y se despidió con Libre como el viento.
“Gracias. Ustedes son mi medicina, mi pasión, mi familia”, terminó Guzmán. “Antes de buscar algo por fuera [el amor], búsquenlo aquí dentro.Nadie te va a dar nada que no lleves tú por dentro… mucha luz”.