Un día con 5 candidatos a la Alcaldía de NYC (fotos)

En la recta final de la campaña electoral, los aspirantes se apresuran a buscar votos en los cinco condados de la Ciudad

Bill Thompson viajó en el ferry de Staten Island y varios residentes del lugar acudieron a saludarlo.

Bill Thompson viajó en el ferry de Staten Island y varios residentes del lugar acudieron a saludarlo. Crédito: JOSE ACOSTA / EDLP

Tras tensos y reñidos debates donde se dijeron de todo, los aspirantes a la candidatura demócrata a la Alcaldía de Nueva York se enfocan desesperadamente ahora en ganar simpatizantes en el último tramo de sus campañas para las primarias del próximo martes.

Los precandidatos ya han intercambiado ataques y denuncias, pero en estos días buscaban ganar simpatías recorriendo los cinco condados de la ciudad y —luchando contra el reloj— trataban de convencer a los neoyorquinos de ser cada uno el mejor para reemplazar al actual alcalde Michael Bloomberg.

Entre los aspirantes a la candidatura demócrata se encuentra el Defensor del Pueblo, Bill de Blasio, el exContralor Municipal, Bill Thompson; la actual presidenta del Concejo Municipal, Christine Quinn; el actual Contralor Municipal John Liu y el ministro evangélico, Erick Salgado —el único latino entre los precandidatos.

Si ninguno de los postulantes llegara este martes al 40%, los dos primeros tendrían que ir a una segunda elección programada para el 1ro. de octubre.

Nuestros reporteros siguieron a los principales precandidatos en sus recorridos de campaña, donde saludaron y estrecharon miles de manos sacando también sus mejores sonrisas.

Aunque las encuestas muestran ya a los favoritos, no todo está dicho y más de una sorpresa se podría registrar el mismo día de los comicios.

Lo que sí se sabe es que el ganador de las elecciones primarias demócratas tendrá que enfrentarse al vencedor de las primarias republicanas y al postulante independiente, Adolfo Carrión Jr. en las elecciones generales del próximo 5 de noviembre.

STATEN ISLAND — Bill Thompson se convirtió en confesor y paño de lágrimas de los residentes de Staten Island, quienes acudieron a contarle sus problemas personales y de su comunidad cuando llevó su campaña hasta dicho condado.

El aspirante madrugó tras participar en el último debate entre los precandidatos a la nominación demócrata y ya a las 7:05 a.m. estaba en el ferry de la terminal de Manhattan. Dentro del transbordador se sentó a conversar y a leer los periódicos.

En la terminal St. George le recibieron decenas de miembros de la American Federation of Teachers (AFT) encabezados por su presidente, Randi Weingarten; y de la United Federation of Teachers, con su presidente Michael Mulgrew. También lo estaban apoyando los bomberos de la ciudad.

Muchos usuarios del ferry se detuvieron a darle la mano, tomarse fotografías e interpelarlo sobre los temas más variopintos. Thompson dijo que de llegar a la Alcaldía cortaría la burocracia para acelerar la llegada de ayuda federal a las familias y los negocios del condado. Luego tomó el ferry de vuelta a Manhattan, para seguir su agenda.

EL BRONX — El candidato a la alcaldía Bill de Blasio se encontró con las muestras de cariño espontáneas de un grupo de mujeres dominicanas mientras hacía campaña ayer en El Bronx.

“Desde aquí hasta allá, de Blasio es el que va”, gritaron las mujeres, que pasaban por la plazoleta Fordham y le arrebataron el parlante a uno de los voluntarios del candidato demócrata.

A pocos días para las primarias, De Blasio recorrió diferentes puntos de la ciudad, apelando a su carisma y amplia sonrisa. Con apretones de mano, abrazos y besos, de Blasio trataba de convencer a los neoyorquinos que él es el mejor candidato para ser el nuevo alcalde.

“Gracias, gracias por su voto”, repetía una y otra vez de Blasio a las personas que pasaban cerca de él, o a los que eran dirigidos por sus ayudantes y portaban pancartas, repartían folletos y pedían su voto en los altoparlantes.

En El Bronx estuvo por más de una hora frente a la Plaza Fordham, donde su rostro ya reflejaba los efectos del sol. Algunos se acercaban para felicitarlo, otros para preguntarle sobre un problema específico o simplemente para tomarse fotos.

“Amo esa cara”, dijo la puertorriqueña Luz Sánchez. “Su cara refleja que es un hombre de palabra. Me convence de que va a hacer un buen trabajo y me gustan sus puntos de vista”.

Todos le prometían su voto, aunque un despistado en Astoria dijo: “Sí voy a votar por él, porque es republicano”.

EL BRONX — Christine Quinn no resistió la tentación y tuvo que detenerse a probar un helado de mango del carrito de Félix Camacho, quien estaba a un lado de la acera en Fordham Road, en El Bronx.

“Gracias”, contestó Quinn en español al recibir el helado de manos de Camacho, una mexicana que vende helados en esa calle desde hace 27 años.

“Muy contenta de que haya probado los helados que vendo”, dijo Camacho, quien no es elegible para votar, pero aseguró que su sobrina sí votaría por la candidata.

En su recorrido de campaña Quinn saludó a los neoyorquinos que pasaban cerca a ella, la mayoría sólo querían posar para tomarse fotos con la que posible sea la primera mujer alcalde la Gran Manzana.

“Igualita que en la televisión… Muy sencilla”, comentó una hispana entre la multitud que se aglomeró para saludarla y tomarse fotos en El Bronx.

Con sus tres palabras en español “Hola”, “Gracias” y “sí”, Quinn interactuó con la mayoría de residentes, que en su mayoría no hablaba inglés.

En otra parada en El Bronx, la asambleísta Carmen Arroyo la recibió cantando: “Mírala que linda viene, mírala que linda va. Nuestra futura alcaldesa que no da un paso atrás. Christine Quinn, ése es su nombre y por ella voy a votar. Con una mujer como alcaldesa vamos todos a gozar”.

Luego, en Queens —en plena avenida Roosevelt— una mujer hizo llorar a la candidata cuando la bendecía y le decía que tenía “fe” que ella iba a ganar las elecciones.

BROOKLYN — Cuando el candidato a la Alcaldía y Contralor Municipal John Liu se presentó ayer por la tarde en el centro de ancianos “Boulevard”, en Brooklyn, empezó con unas palabras en español.

“Necesitamos muchos cambios, especialmente después de 12 años de la administración de Bloomberg. Soy inmigrante, soy el candidato para el cambio”, dijo Liu.

Una de las asistentes, afroamericana, reaccionó sorprendida al escucharle, y medio en broma le dijo: “Pensé que usted era chino, pero está hablando en español”, a lo que el público, predominantemente afroamericano y latino, respondió con aplausos y risas.

El precandidato demócrata llegó al centro ubicado en el vecindario de East New York con más de una hora de retraso, a eso de la 1:45 p.m. Allí recibió el respaldo del concejal Charles Barron y de su esposa, la asambleísta Inez.

Inés Rodríguez, de 63 años, comentó que no es la primera vez que Liu visita el centro y cree que es el candidato que va trabajar por los ancianos.

La visita fue sólo una de varias paradas en un agitado día de campaña para la familia Liu que empezó a las 7 a.m. A esa hora, John acudía al programa radial “Mark Riley Show”, al cual siguió una aparición en televisión en el programa matinal de Fox5. Mientras, su esposa Jenny repartía volantes y saludaba a posibles votantes en Jamaica, Queens.

Antes del mediodía, la pareja Liu se reunió en el Bajo Manhattan, en el centro de ancianos “Open Door”, en pleno Chinatown. Allí, el candidato ‘Made in Taiwan’ fue recibido entre aplausos con una bienvenida en chino.

MANHATTAN — Erick Salgado probó en una sola mañana el sabor agridulce de ser político, cuando fue recibido con abrazos en un desayuno de ministros evangélicos, para más tarde ser rechazado en un festival de salud para ancianos.

Salgado, que es obispo y pastor evangélico, tiene una gran fe en que se colará a la segunda ronda de las primarias y saldrá vencedor en las elecciones generales de noviembre.

“Si los evangélicos salen a votar, ganamos”, aseguró en el evento de los evangélicos.

Aunque no se considera el mejor político “ni la última Coca-Cola del desierto”, aseguró que su candidatura tiene “temblando” a los otros políticos por el poder del voto que tienen los hispanos, de los cuales hay 987,000 votantes registrados en el Partido Demócrata, “lo que tiene a los candidatos hablando español”.

“Cuando los hispanos se metan en esa cajita a votar y vean el único nombre hispano, eso ya es una amenaza para ellos”, dijo Salgado. “Si obtengo al menos 120,000 votos de los 987,000, paso a la segunda vuelta”, confió el aspirante a la candidatura demócrata.

Salgado iba a continuar su campaña en el Festival de Salud para Ancianos del parque Jefferson, en El Barrio, pero no bien llegó los organizadores le dijeron que no podía entrar a hacer campaña, lo que provocó una breve discusión entre los organizadores y Edwin Marcial, jefe de campaña de Salgado.

El candidato optó por marcharse y dejar parte de su personal repartiendo volantes a la entrada del parque.

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