Las ventajas de los dictadores

Ecuatorianos protestan para que no se permita el paso de las petroleras en el Parque Nacional Yasuni.

Ecuatorianos protestan para que no se permita el paso de las petroleras en el Parque Nacional Yasuni. Crédito: AP

Los dictadores tienen muchas ventajas. Ellos no tienen que contar con el voto popular ni consultar con nadie sus decisiones. En su feudo son reyes. El pueblo sirve sólo para hacerle alabanzas y para obedecer.

Así gobierna Rafael Corre en el Ecuador. El caso de Correa es de interés porque el gobernante ecuatoriano estudió economía en una universidad estadounidense. Es joven, y para los que lo apoyan es un líder carismático. Muchos dicen que es el heredero de Hugo Chávez. No contamos a Raúl y a Fidel en esta lista porque ellos están en una liga propia por llevar más de cinco décadas en el poder.

Vivir en el Ecuador de Correa no es fácil. Poco a poco ha ido apretando tuercas en el país y ya los que le critican lo hacen sabiendo que corren un riesgo serio.

Ecuador ahora tiene una ley de medios que monitorea, vigila y castiga a los dueños de medio y a los periodistas que osan criticarlo seriamente.

Eso le ha permitido a Correa cambiar radicalmente de opinión y decir que va a permitir a la industria petrolera buscar el oro negro en el Parque Nacional Yasuni. Este sitio en la amazonia ecuatoriana fue designado por la UNESCO en 1989 como una zona importante para el mundo por motivos ambientales. En ella hay miles de plantas y animales protegidos. Además viven poblaciones indígenas que han decidido vivir apartados del mundo moderno.

Correa dice que él es un protector del medio ambiente y por eso exigió que la comunidad internacional le pagara $3,800 millones para cubrir la mitad de los ingresos que el país devengaría si permite la explotación de petróleo en la zona.

El 15 de agosto Correa dijo que la comunidad internacional no había cumplido con su deber y por ende el había decidido permitir la exploración y el desarrollo del Parque Nacional Yasuni.

Al hacerlo le advirtió a los medios de prensa que si los mismos lo criticaban demasiado el iba a prohibirles publicar diarios y revistas en papel. Iban a tener que publicar sólo en la internet. Eso dijo era por motivos ambientalistas.

Correa también vigila y controla los nuevos medios de comunicación. Todo el que insulte a sus gobierno en Twitter o Facebook puede ser condenado con hasta dos años de cárcel. Le dijo a los estudiantes universitarios que si protestaban los expulsaría de las universidades. También quiere silenciar a las organizaciones no gubernamentales (ONG) y le dio asilo político en su embajada en Londres da Julian Assange, el responsable de Wikileaks.

Es irónico que Correa haya decidido abrir el Parque Nacional de Yasuni a la exploración petrolera. Él es el mismo que por años ha librado una batalla sin cuartel contra las petroleras Chevron/Texaco porque supuestamente hace 20 años estas empresas dañaron una zona selvática cerca de donde nace el Río Amazonas en el noreste de Ecuador.

Este pleito legal comenzó mucho antes que Correa tomara el poder, pero él se ha convertido en su principal abanderado. De acuerdo a un artículo publicado por la revista Business Week en julio, el juicio estuvo repleto de fraudes.

El tribunal en Ecuador decidió que la compañía tenía que pagar $19,000 millones en daños a Ecuador. Como la empresa norteamericana no tiene propiedades en Ecuador dijo que no pagaría ni un centavo y ahora un nuevo juicio ha comenzado en un tribunal federal en Nueva York.

Esto va a hacer difícil que Correa consiga un nuevo grupo de inversionistas que quieran arriesgar su dinero sin garantías que un buen día Correa se despierte y decida confiscarles las inversiones alegando que han dañado el medio ambiente.

No, la cosa no es fácil cuando los dictadores son los que acusan, juzgan e imponen sentencia. Así funcionan los dictadores y eso les dificulta acceso al capital internacional.

Guimar123@gmail.com

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