Hendel Leiva busca dar voz a latinos en LI

El activista quiere sembrar la paz en Brentwood al integrar a los residentes en diferentes actividades.

El activista Hendel Leiva cree en el diálogo y educación comunitaria.

El activista Hendel Leiva cree en el diálogo y educación comunitaria. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Zaira Cortés< / person>

Nueva York — Hijo de padres inmigrantes de Guatemala y Ecuador, Hendel Leiva creció en un contexto dividido entre una familia amorosa y protectora, y una creciente comunidad latina en Brentwood, Long Island; azotada por la violencia de pandillas y la pobreza.

Leiva, de 25 años, tomó conciencia de la necesidad de mejoras que demandaba su ciudad, cansado de que las pandillas se apoderaran no sólo de las calles, también de las vidas de los residentes, al sembrar el miedo y el crimen.

Lejos de recurrir a la Policía para la persecución de jóvenes pandilleros, que escandalizaban y acosaban constantemente en su vecindario, Hendel se integró a la organización comunitaria Jardines de Brentwood, que busca sembrar la paz en la ciudad al integrar a los residentes en la creación de áreas verdes.

Luego de la experiencia de servir y organizar, Leiva, quien se graduó de la Universidad de Albany en 2010, continuó su activismo con la meta de dar voz a aquellos que históricamente han permanecido en silencio y en las sombras.

¿Qué te motivó a contribuir a frenar a la violencia en Brentwood?

En los primeros años de 2000, mi ciudad se enfrentó a una creciente presencia de pandillas. Una noche de verano, algunos de estos jóvenes estaban escandalizando afuera de mi edificio, el ruido no dejaba dormir a mi papá, que tenía que trabajar temprano. Decidí salir de mi habitación y enfrentarlos, no con violencia, con argumentos.

Les expliqué la situación de mi familia, que mis padres trabajaban duro y que las pandillas estaban destruyendo a nuestra ciudad, que este lugar nos pertenece a todos. Ellos esperaba la agresión, pero los traté con respeto, por esa razón me escucharon y dejaron de molestarnos.

Decidido a hacer más para frenar la violencia, me integré a los Jardines de Brentwood y trabajé duro para atraer a los jóvenes pandilleros. Al conocerlos, me di cuenta que las necesidades detrás de ellos era muy grandes, eso me animó a continuar como activista, para que otros conocieran su historia, la comprendieran y ayudaran a hacer cambios.

¿Cuál fue el resultado de tu decisión de seguir luchando por tu comunidad?

El contexto social en Brentwood cambio notablemente, comprendí que sólo la cooperación puede llevarnos a hacer las mejoras que necesitamos. Ahora colaboro en la organización Long Island Wins. Estoy enfocado en lograr un acercamiento entre los inmigrantes y los nacidos en Estados Unidos. Comencé organizando círculos de lectura bilingüe en colaboración con Herstory Writers Workshop.

También fui uno de los organizadores de la reciente Semana de Bienvenida a Long Island, que busca crear mayor tolerancia y respeto entre las comunidades.

Tengo una maestría en administración pública del Colegio de Justicia Criminal John Jay, creo en el poder de la educación y quiero usar lo que he aprendido para el beneficio de mi comunidad.

¿Qué has tenido que sacrificar para seguir tu sueño de hacer cambios en tu ciudad?

El tiempo para mis actividades personales, pero me preocupa más la angustia de mis padres. Cuando decidí trabajar con jóvenes pandilleros, mi mamá temía por mi seguridad, aunque nunca dejó de apoyarme.

Los padres quieren un futuro brillante para los hijos, yo quiero que ese futuro brillante también iluminé a mi ciudad.

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