Este es el plan del Senado para reabrir el gobierno de EEUU
De aprobarse este acuerdo hoy, se restablecerían de inmediato las operaciones del gobierno federal
Nueva York – Hoy, cuando se cumplen 15 días del cierre de gobierno y a tan sólo dos para que venza el plazo para aumentar el límite de la deuda nacional y evitar que EEUU caiga en mora, los senadores en Washington mantendrán reuniones a partir de las 11 a.m. hora del Este, con el fin de finiquitar un acuerdo y poner fin a la crisis fiscal, que permita reabrir el gobierno.
Se espera que los senadores aprueben el plan alcanzado ayer entre el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el líder de la minoría republicana Mitch McConnell, y que luego lo presenten a consideración de la Cámara de Representantes donde existe el peligro de que pueda ser rechazado por los congresistas republicanos. El propio líder de la Cámara Baja, John Boehner, todavía no ha dado señales públicas sobre su postura en torno al posible acuerdo.
- Pondría fin al cierre parcial de gobierno al permitir que las operaciones de la Administración federal sean financiadas hasta el 15 de enero (algo temporal hasta que se apruebe la ley de presupuesto).
- Establece que las discusiones para aprobar una ley de presupuesto definitiva para el año fiscal que comenzó el pasado 1 octubre se realizarían a mediados de diciembre.
- Se elevaría hasta febrero del 2014 el límite de la deuda pública, lo suficiente para que el país pueda cubrir sus necesidades de préstamo.
- Se mantendría el programa del “secuestro”, que fueron los recortes de gasto generalizados que comenzaron el pasado marzo.
Los senadores indicaron que a pesar del optimismo que ha producido este preacuerdo, todavía los detalles pueden estar sujeto a cambios, debido a que las negociaciones no han terminado y a que se debe contar con el visto bueno de la Cámara de Representantes.
Es precisamente en la Cámara Baja donde existe el mayor impasse para superar la crisis fiscal, debido a que un grupo de legisladores republicanos, incluyendo a Boehner, han insistido en poner como condiciones medidas que buscan debilitar la reforma de salud del presidente Barack Obama, algo totalmente rechazado por los demócratas.