‘Dream 30’ en huelga
La oficina de Menéndez dice que hubo "mala asesoría" legal
Frustrados por el rechazo de los casos de al menos nueve de los jóvenes sin papeles que anteriormente vivieron en Estados Unidos e intentaron entrar por Laredo hace poco menos de un mes, el grupo de 25 jóvenes aún detenido en El Paso está realizando una huelga de hambre mientras sus familiares se enfocan en legisladores latinos para obtener su apoyo.
Ayer por la mañana, un grupo de siete padres, madres y hermanos de los detenidos volvieron a la oficina del senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, e hicieron una “sentada” de protesta para pedir la atención del legislador.
Elba Millán de la Sancha, madre del detenido de 21 años Cesar Ortiz Millán, dijo en entrevista durante la sentada que tenía 2 años separada de su hijo, desde que este salió a México desesperado al enfrentar limitaciones en Ohio, donde vivió gran parte de su vida, por no tener papeles.
“En el tiempo que estuvimos separados le detectaron un cáncer y cuando cruzó tenía una semana de haber terminado cinco meses de quimioterapia”, dijo Millán. “Lo que me preocupa es que él sigue un poco delicado, por eso pedimos ayuda para que intercedan por ellos”.
De acuerdo a Juan Pachón, portavoz del senador Menéndez, los familiares de los detenidos presentes fueron recibidos en la tarde por la asesora legal de inmigración de su oficina. Según Pachón, los familiares se reunieron con la abogada por “más de dos horas y media”.
“Los casos son muy difíciles”, dijo Pachón. “Creo que no les han dado los mejores consejos legales, por ejemplo hay casos que podrían haber tenido más éxito con otro tipo de solicitud, según nuestra abogada. Por ejemplo en el caso de Ortiz, asilo no era la mejor opción, sino una visa humanitaria, por su enfermedad”.
Pero David Bennion, abogado de Pennsylvania que ha asesorado al grupo desde el principio negó la versión de la oficina de Menéndez y añadió que el Departamento de Seguridad Nacional está usando un estándar mucho más elevado para juzgar estos casos que el que usan con otros casos parecidos.
“Nosotros pedimos entrada humanitaria para todos, incluyendo Cesar y DHS no ha tomado decisiones en esos casos”, dijo Bennion. “DHS frecuentemente da mala información a miembros del Congreso sobre sus propias políticas”.
Agregó Bennion que la tasa normal de rechazo de casos similares al Dream 30 es de 9% y que para los Dream 30 ha sido mucho más alta, el 36%. “Es cuatro veces el promedio nacional”, dijo Bennion. “Es obvio que quieren enviar un mensaje a los dreamers que quieren regresar: los encerraremos por semanas y luego los deportaremos”.
Entretanto, los “dreamers” detenidos en El Paso Detention Center seguían la huelga de hambre que comenzó el viernes para los 15 varones y a la que se sumaron las 10 muchachas ayer. Israel Rodríguez, de 24 año, quien vivió en Carolina del Norte, dijo en una llamada telefónica desde el centro de detención que ayer les notificaron que serían trasladados de El Paso a otro centro.
“Ya habíamos protestado haciendo una sentada en la barraca”, dijo Rodríguez. “Mi caso ha sido aprobado, pero no nos han notificado de que nos vayan a permitir salir, aunque lo que queremos es que permitan a todos reunirse con sus familias”.
El miércoles se cumple un mes que los “Dream 30” se presentaron en la frontera de Laredo, Texas, pidiendo su readmisión al país donde crecieron.