Interrupción a Obama dirige atención a autoridad ejecutiva

Al ser interrumpido por un ex estudiante indocumentado de la Universidad de California, Berkeley, la atención de las organizaciones que luchan por la reforma migratoria se ha centrado en las acciones concretas que Obama podría ejercer

El presidente Barack Obama, le responde una pregunta a un hombre que le solicitó ayuda para su familia, mientras habla acerca la reforma migratoria.

El presidente Barack Obama, le responde una pregunta a un hombre que le solicitó ayuda para su familia, mientras habla acerca la reforma migratoria. Crédito: EFE

El Presidente Barack Obama vino a California a replantear sus prioridades domésticas ante la atención mediática nacional y a dar un discurso en San Francisco con el objetivo de apuntar el dedo hacia los republicanos de la Cámara de Representantes por su inacción con el tema migratorio, mas fue su propia política migratoria la que terminó siendo cuestionada.

En horas del mediodía, el Presidente daba un discurso ?uno que ha dado en más de una ocasión- en el que destacaba la necesidad de reforma migratoria y el rol que los inmigrantes tienen en la economía y la historia de este país, cuando fue ruidosamente interrumpido por un joven graduado de ciencias políticas de la Universidad de California en Berkeley que estaba sentado entre el público, directamente detrás del mandatario.

“Mi familia ha estado separada por 19 meses”, dijo el joven, gritando para interrumpir al Presidente, quien estaba hablando en ese momento de “reforzar familias” con la reforma migratoria. “No he visto a mi familia, necesito su ayuda. Hay miles de personas que se están separando cada día”.

El Presidente trató de seguir adelante con su discurso pero ante la insistencia de la voz, se volteó dando la espalda a la cámara de televisión y tuvo un breve diálogo con el joven, que resultó ser Ju Hong, de 24 años, originario de Corea del Sur y un activista pro inmigrante de larga trayectoria en el norte de California.

“Es de lo que estamos hablando”, dijo Obama. “Por eso estamos aquí”.

Hong siguió hablando al obtener la atención del presidente y lo interpeló directamente, pidiéndole que emita una orden ejecutiva para detener las deportaciones de los 11 millones de indocumentados. El mandatario le respondió que no podía dar ese paso legalmente.

“No tengo (ese poder)”, dijo Obama. Luego agregó que “si pudiera solucionar estos problemas sin aprobar leyes en el Congreso lo haría. Pero somos una nación de leyes, es nuestra tradición. Es fácil gritar y pretender que puedo hacer algo violando nuestras leyes”.

El Presidente había iniciado su discurso mencionando el apoyo en las encuestas para la reforma, un día después de darse a conocer una encuesta que indica que el 63% de los estadounidenses favorecen un camino a la ciudadanía e indicando que “lo único que se interpone es la falta de voluntad de ciertos republicanos en el Congreso”.

Pero el incidente de inmediato causó la conversación en torno a la autoridad ejecutiva del Obama, que es un tema en el que muchas organizaciones se están enfocando en este momento, al hacerse aparente de que este año calendario terminará sin que la Cámara apruebe una reforma migratoria.

“Cada vez que le preguntan si él tiene la autoridad el dice que no, y la realidad es que él tiene mucha latitud administrativa para hacer cambios”, dijo Victor Nieblas, profesor de leyes de inmigración de Loyola Law School.

“Por ejemplo, lo que anunció la semana pasada ampliando protecciones para familiares de militares y personas en servicio activo, retirados y reservas. También ha hecho otras cosas como DACA”.

Nieblas y otros observadores apuntan que el Presidente no puede contentarse con apuntar únicamente el dedo hacia los republicanos, cuando estos están atrasando, probablemente por varios meses o quizá más, una reforma migratoria y además se oponen a una negociación bicameral que tome en cuenta la medida amplia aprobada por el senado.

“Tenemos que ver este asunto de una manera bi partidista y ser críticos de ambos partidos”, dijo Angélica Salas, directora de CHIRLA. “No podemos dejar que los demócratas no hagan todo lo posible y que no juegue a hacer el papel de campeones en hacer una reforma. No pueden estar conformes con apuntar con el dedo y decir qué mal lo hacen los republicanos”.

Obama repitió en su discurso que está dispuesto a aceptar una legislación “por pedazos” en la Cámara, como ya lo había dicho algunos días, una actitud que no ha sido demasiado criticada por las organizaciones pro inmigrantes, que están más preocupadas de que se haga un camino a la ciudadanía y han asumido la actitud de que probablemente la Cámara no tomará una medida integral.

“La política de inmigración puede ser aplicada de manera más generosa y consistente”, dijo María Elena Hincapíe, del centro Nacional de Leyes de Inmigración. “Seguimos igual que antes de DACA, que aún seguían deportando a Dreamers y decían que no. Pues ahora, aún con los memos de Obama para que se deporte principalmente a criminales, vemos que siguen deportando a personas sin delitos. El presidente sin duda tiene que hacer algo”.

Alfonso Aguilar, director de la organización “Latino Partnership for conservative principles” y director de la Oficina de Inmigración USCIS bajo el gobierno de George W. Bush, dijo que la apertura de Obama a “partir en pedazos” la legislación es una buena noticia.

“Es positivo, creo que se puede ver algo en los primeros 4 meses del próximo año, pero no creemos que el tema vaya a ir a una conferencia bicameral porque muchos republicanos no quieren lo que aprobó el senado”, dijo Aguilar.

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