Los Broncos enfrentan un problema de balones sueltos

El cuadro ofensivo de Denver encabeza la liga en varios rubros: Puntos, yardas ganadas, pases, cantidad de primeros y diez, efectividad en tercera oportunidad... y en balones sueltos

El corredor Knowshoon Moreno protege el balón del asedio de los Patriots durante el pasado juego nocturno del domingo.

El corredor Knowshoon Moreno protege el balón del asedio de los Patriots durante el pasado juego nocturno del domingo. Crédito: AP

ENGLEWOOD, Colorado.- Lo que fue alguna vez una rareza, algo sumamente inusual en la ofensiva más productiva de la NFL, ahora se está convirtiendo en una tendencia.

Aquello que se vio alguna vez como una molestia, una o dos oportunidades menos de anotar cada semana para un equipo que acumulaba numerosos puntos, les ha costado ahora una derrota a los Broncos.

Los cuatro balones perdidos de Denver, que incluyeron tres balones sueltos, se convirtieron en 17 puntos para Nueva Inglaterra, que se impuso el domingo por 34-31.

“Sin importar qué tan bueno sea uno, ese es el tipo de cosas que puede frenarnos, y tenemos que proteger mejor el balón”, dijo el entrenador interino Jack Del Río.

Camino al encuentro del próximo domingo en Kansas City, Denver (9-2) ha soltado el balón en 26 ocasiones —la mayor cantidad en la liga— y en 16 de esas veces no lo ha recuperado. Son seis balones sueltos más y cuatro perdidos más que los siguientes peores equipos en la lista.

Dentro de los Broncos encabeza la lista su quarterback Peyton Manning, quien ha soltado el balón 10 veces y lo ha perdido en seis ocasiones. Esa estadística, por supuesto, es sesgada porque los quarterbacks casi siempre pierden más el balón al manejarlo durante más tiempo.

En momentos en que los Broncos se dirigen al trecho final de la temporada resultaría importante la forma en que el equipo ha manejado el problema, al menos en las dos últimas temporadas: Hace seis semanas, Ronnie Hillman soltó el balón por segundo encuentro seguido; desde entonces no ha estado en la alineación.

“Puede suceder en cualquier lugar; uno no lo verá venir”, dijo Hillman. “Es un movimiento mecánico y simplemente hay que mantenerlo aferrado. Tener en mente que uno va a pararse y tener el balón“.

El novato Montee Ball corrió con el balón un total de 31 veces en las tres primeras semanas, pero también tuvo dos balones sueltos en ese lapso. Sólo recibió el balón 35 veces en los siete duelos siguientes. Comenzaron a aumentar sus acarreos nuevamente al mismo tiempo que Hillman desapareció, y Ball ganó 40 yardas en siete acarreos la semana pasada.

Entonces, perdió el balón en el tercer cuarto, propiciando el segundo touchdown de Nueva Inglaterra. Ball no fue visto nuevamente esa noche.

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