Columna: Más allá de Melissa Mark Viverito
He tenido el privilegio de vivir parte de la historia política de nuestra comunidad en la metrópolis más renombrada del planeta. A los recién llegados de países hermanos les adelanto que, algún día, NYC elegirá al primer alcalde latino (a). De eso estoy seguro.
Es que con estos ojos, cuando eran mucho más jóvenes, vi al primer puertorriqueño ser electo como presidente de uno de los cinco condados. El licenciado Herman Badillo luego fue el primer boricua en ser escogido al Congreso estadounidense. Esas hazañas fueron en el año 1965 y 1970, respectivamente.
Veintidós años más tarde volví a ser testigo de la historia. Esta vez, fue Nydia Margarita Velázquez quien se convirtió en la primera mujer puertorriqueña en ser electa al Congreso de EEUU. Estuve presente cuando la joven política fue juramentada en el tribunal federal de Brooklyn por la entonces jueza federal Sonia Sotomayor. Aquel 7 de enero del 1993 tuve el honor de ser el maestro de ceremonias. Allí estuvo David N. Dinkins el primer alcalde negro de NY.
Hoy con el favor de Dios, y espero que así ella me lo permita, estaré presente cuando otra puertorriqueña sea escogida por 51 ediles del Gobierno municipal como la próxima “speaker” de esa rama legislativa. Melissa Mark Viverito, como los dos ya mencionados, nació en mi patria. Y espero que en su infinita sabiduría el llamado histórico sea suficiente para que se echen a un lado las diferencias y Melissa obtenga todos los votos de sus compatriotas y demás latinos.
Sería triste que no pudiésemos continuar el ciclo de logros. Aunque sea cada dos décadas. Hago la salvedad pues, espero poder ser testigo, dentro de 20 años, de la toma de posesión de la primera alcaldesa latina de NYC, que vaticino será una hermana (o) mexicana.
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