Ley de Salud protege a jóvenes de hogares de crianza

Muchos jóvenes que estuvieron en hogares de crianza tienen derecho a permanecer bajo el Medicaid hasta que cumplen los 26 años.

Marcy Valenzuela, 25, aplica para Medi-Cal en el Departamento de Servicios Sociales Públicos en El Monte, California.

Marcy Valenzuela, 25, aplica para Medi-Cal en el Departamento de Servicios Sociales Públicos en El Monte, California. Crédito: Heidi de Marco / KHN

EL MONTE, California. − Marcy Valenzuela llegó a las oficinas del condado de Los Ángeles antes que abrieran sus puertas, y se puso en una fila que ya era larguísima.

Valenzuela, quien de niña estuvo en cuidado de crianza, estaba decidida a registrarse para tener cobertura médica. Pero cuando la residente de Whittier, de 25 años, le entregó su aplicación para el Medi-Cal al empleado, éste la miró desconcertado.

“Nunca he visto una de éstas”, dijo.

Una provisión poco conocida de la Ley de Cuidado de Salud extiende la cobertura de Medicaid a los niños que hayan estado en cuidado temporal hasta que cumplan los 26, más allá de en dónde vivan o cuánto ganen.

Los únicos requerimientos: deben haber estado en cuidado temporal al momento de cumplir 18 años y deben haber recibido previamente Medicaid, el programa que gerencia el estado para las personas de bajos ingresos, conocido en California como Medi-Cal.

A nivel nacional, un estimado de 180,000 jóvenes en cuidado temporal son elegibles, y otros 25,000 calificarían cada año, de acuerdo con el grupo de defensa de los niños First Focus, que trabajó para tener la provisión en la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). Los jóvenes son elegibles incluso si viven en estados que han decidido no expandir el Medicaid.

La medida está diseñada para dar a los jóvenes la misma oportunidad que otros adultos de su edad, que pueden permanecer bajo el seguro médico de sus padres hasta los 26. La ley aplica a los jóvenes que han crecido estando en cuidado temporal desde 2007.

“No tenemos a nuestros padres”, expresó Valenzuela. “El estado es como si fuera nuestro padre”.

Pero muchos de los que trabajan registrando en el mercado de seguros a los consumidores no saben de esta provisión, aumentando el riesgo de que los adultos jóvenes que podrían tener una cobertura sean erróneamente descalificados.

No hay un banco de datos universal sobre niños en cuidado temporal, y los proveedores de servicio social puede que no puedan encontrarlos fácilmente en los récords electrónicos del condado. Y los jóvenes pueden no tener evidencia del tiempo que pasaron en cuidado temporal en el sistema.

Existe, además, un obstáculo aún mayor, de acuerdo con los defensores de los niños, y es que un estado no tiene como requerimiento proveer cobertura de Medicaid a adultos jóvenes que hayan estado en cuidado temporal en otro estado. Jóvenes que se hayan mudado a otro estado desde que pasaron tiempo en cuidado temporal pueden no calificar.

Además, los mismos jóvenes que estuvieron en cuidado temporal pueden todavía no tener conciencia de que pueden ser elegibles para tener cobertura gratuita, que incluye cuidado preventivo, dental y de visión, y servicios de salud mental. Organizaciones que trabajan con jóvenes en cuidado temporal están tratando de informarles de esta opción a través de grupos de alumnos, proveedores de servicio social, colegios comunitarios y clínicas de salud.

“Es una estrategia múltiple”, dijo Mary Frame, de Walden Family Services, que ofrece servicios a niños que están o han estado en cuidado temporal a lo largo del Sur de California, incluyendo los condados de San Bernardino y Riverside. “Nunca se sabe en dónde uno podrá encontrarse con un niño que ha estado en un hogares temporales”.

Pero es difícil diseminar este mensaje. Los niños que estuvieron en cuidado temporal a menudo desaparecen del sistema y terminan en las calles.

“Va a ser difícil encontrarlos”, dijo Valenzuela, quien es trabajadora social para California Youth Connection, una organización que sirve a jóvenes que estuvieron en cuidado temporal a lo largo del estado.

“Muchos jóvenes que estuvieron en cuidado temporal no quieren decirlo”, dijo. “No quieren cargar con ese estigma”.

La mayoría de los niños están cubiertos por el Medicaid mientras están en cuidado temporal y, en algunos estados, incluyendo California, la cobertura continúa hasta que cumplen 21 años. Después, a menudo terminan sin seguro médico.

Thomas Lee, quien trabaja con jóvenes que estuvieron en cuidado temporal en Pasadena y en el Valle de San Gabriel, dijo que ha visto a adultos jóvenes retrasar el cuidado médico o de salud mental que necesitan de manera urgente por no poder pagarlo.

La organización de Lee, Hillsides, trata de conseguirles trabajos que ofrezcan seguro médico para que no experimenten ninguna brecha en el cuidado de salud. Ahora, los jóvenes que se vuelven adultos en el sistema de cuidado temporal tendrán un respiro por algunos años más, dijo.

Los jóvenes que estuvieron en cuidado temporal tienen más tendencia, comparado con sus pares, a tener problemas físicos y de salud mental, a menudo como resultado del abuso o negligencia por el cual son colocados en hogares temporales, según un estudio. También son más proclives a vivir en las calles o caer en prisión, lo que puede empeorar su salud.

“Es realmente duro para todos los adultos jóvenes”, dijo Ed Walz, vicepresidente de comunicaciones para First Focus. “Pero ellos necesitan más cuidado que sus pares”.

Los estados deberían hacer fácil el proceso de inscripción —incluso debería ser automático— para los jóvenes que estuvieron en cuidado temporal, expresó Michael Pergamit, becario senior del Urban Institute.

Valenzuela dijo que tenía miedo de cumplir 21 años. “Cuando cumples 21 se supone que es un momento para celebrar”, dijo. Pero para ella sólo significa el fin de su seguro médico. “Uno no se da cuenta lo importante que es hasta que lo pierde”.

Valenzuela nació de una mamá adicta a las drogas y pasó su infancia entrando y saliendo de hogares temporales, con el abuso permanente de familiares. Al cumplir 18, se convirtió ella misma en adicta y pasó tiempo detenida.

Ahora Valenzuela es una mujer sobria, y es la tutora legal de tres de sus hermanos menores de 11, 14 y 17 años. Tiene en su pecho el tatuaje de una frase de Juana de Arco que dice: “No tengo miedo. Nací para hacer esto”.

Valenzuela dijo que quiere un seguro de salud para poder ver a especialistas por su gastritis, artritis reumatoide y dolor crónico. También sufre de ataques de pánico y ansiedad, aunque ha sido capaz de seguir viendo a un terapeuta a través de un programa especial para jóvenes que estuvieron en cuidado temporal.

En la oficina del condado, el reclutador le pidió a Valenzuela las colillas de pago de su empleo como trabajadora comunitaria. Amablemente, Valenzuela le dijo que no creía que ella tuviera que mostrar su ingreso para calificar.

Luego, el trabajador le pidió una prueba de que había estado en cuidado temporal. Valenzuela le dijo que creía que podía verificar eso a través del sistema computarizado del condado.

El reclutador no pudo encontrar ningún récord pero dijo que seguiría intentando. “¿Quiere hacer una cita para volver a traer estos documentos?, le preguntó. Valenzuela dejó la oficina de El Monte, abrazando a su hermano menor.

Pocos días después, otro trabajador del condado pudo confirmar que ella había estado en cuidado temporal. Le dijo a Valenzuela que su seguro estaría activo en pocas semanas.

Aunque aliviada, Valenzuela se sintió agobiada. “No debería ser tan difícil”, dijo.

? Esta historia fue producida por Kaiser Health News. Esta y otras historias de salud pueden encontrarse en www.kaiserhealthnews.org

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