Indocumentado inició viaje en bicicleta por reforma migratoria
El mexicano Francisco Díaz salió de Homestead rumbo a la Casa Blanca, con la finalidad de pedir al presidente Obama la aprobación de la reforma migratoria
Miami.- El mexicano Francisco Díaz salió la mañana de este domino desde la que es ya su excasa en Homestead para emprender un trayecto en bicicleta de más de 1,000 millas rumbo a la Casa Blanca, con la finalidad de pedir al presidente Obama la aprobación de la reforma migratoria.
Mientras pedaleaba los primeros tramos de su ruta y poco antes de alcanzar su primera parada, la Iglesia San Martin de Porres, Díaz confesó a Efe sentirse “preparadísimo”, gracias a la “oración de la gente” y la “unidad” que ha sentido a su alrededor desde que preparaba su travesía.
“Anoche no pude dormir, pensando y esperando que todo salga bien. Es muy importante para el camino hacia la reforma migratoria, es muy importante, y vamos lograrla. Con unidad, que es la única forma de obtenerla”, señaló Díaz, con agitación, subido sobre una bicicleta “no muy bien ajustada” y que emitía un chirrido por el roce de la llanta con la estructura del vehículo.
Tras el oficio religioso, en el que recibirá una bendición, Francisco Díaz será saludado por el congresista demócrata Joe García, además de algunos cónsules de países hispanoamericanos presentes en la iglesia, quienes le brindaron su apoyo.
El mexicano, que entre otros oficios ha trabajado como carpintero y lleva 15 años de residencia en el país, tiene previsto dirigirse luego hacia Doral, al oeste de la Miami, en donde se sumará a una jornada de recolección de firmas para pedir la concesión de licencias de conducir a los indocumentados de Florida, una medida que, según señaló, hará “que las calles sean más seguras”.
Díaz vivió en carne propia el drama de la separación familiar cuando su cuñado fue deportado y, tras él, se fue también su sobrina, una alumna con matrícula de honor en su escuela pero que quedó profundamente marcada por el suceso.
Durante su trayecto, promoverá la unión la unión y la “ilusión” entre los inmigrantes, además de visitar el mayor número de congresistas para transmitirles la necesidad de actuar en este tema cuanto antes.
Católico y creyente, el mexicano se confesó emocionado por lo que vaya a suceder en los próximos días, a la vez que se permitió sugerir a los automóvilistas de la ciudad que aprendan a “respetar a los ciclistas“.
Entre los objetos que lleva consigo, Díaz guarda un bolígrafo que espera entregar en persona a Obama para que firme la orden con la cual parar las deportaciones.