Latinas que han cambiado la historia

Desde poetisas hasta una jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos, la lista de mujeres hispanas destacadas es extensa

Luchó incansablemente por la independencia de Cuba del dominio español entre la comunidad exiliada de la isla en Nueva York, al punto de deshacerse de sus valiosas joyas para recaudar fondos para los insurrectos. Fue también una ferviente abolicionista. Las sesiones de “Las Hijas de Cuba”, el club femenino que fundó en la Gran Manzana, quedaron plasmadas en “Apuntes biográficos” de Emilia Casanova de Villaverde.

Latinas in the United States: A Historical Encyclopedia, editada por Virginia Sánchez Korroll y Vicki L. Ruiz, recoge las contribuciones de diversas latinas como:
Antonia Denis, una activista y organizadora comunitaria que fundó Las Hijas de Borinquen.
Marta Casals Istomin, fundadora del Festival Pablo Casals en Puerto Rico, dirigió la Escuela de Música de Manhattan.
Pura Belpré, quien fue la primera bibliotecóloga puertorriqueña de la Ciudad de Nueva York.

Esta ilustre puertorriqueña fue pionera en la lucha por las mujeres y los derechos de los trabajadores. Llegó a ser considerada una anarquista peligrosa y fue la primera mujer en el Caribe en vestir pantalones en público, retando las costumbres de la época. Plasmó en sus libros sus ideales políticos y sobre el sufragio.

Prolífica poeta, escribió la versión revolucionaria de “La Borinqueña”. Fue forzada a exiliarse con su esposo por sus esfuerzos separatistas en Puerto Rico. A su llegada a Nueva York, estableció vínculos con otros patriotas caribeños como José Martí y se envolvió en el movimiento independentista cubano. Fue presidenta honoraria del club politico Rius Rivera y secretaria del Club Caridad. De ella se dice que fue decisiva en la adopción de la bandera puertorriqueña.

La primera latinoamericana en ser galardonada con el Premio Nobel de Literatura fungió como cónsul de Chile en Nueva York en 1953. Fue en la Gran Manzana que, en 1922, publicó su obra “Desolación”, bajo los auspicios del Instituto de las Españas. Mistral enseñó Literatura española en Barnard College de Columbia University. Vivió en Roslyn Heights, Nueva York, hasta su muerte. La poeta falleció a causa de un cáncer el 10 de enero de 1957 en el Hospital General de Hampstead.

Aunque murió a la temprana edad de 39 años, Julia de Burgos dejó una obra que la convirtió en una de las más influyentes poetas puertorriqueñas y latinoamericanas del siglo 20. Fue una feminista y promotora de la independencia de Puerto Rico, donde pronuncia el discurso “La mujer ante el dolor de la patria”, en la primera Asamblea General del Frente Unido Pro Convención Constituyente, en el Ateneo Puertorriqueño.

El 6 de julio de 1953, se desplomó sobre una acera en El Barrio y murió de pulmonía en un hospital de Harlem pocas horas más tarde. Debido a que al momento de morir no llevaba identificación personal consigo, De Burgos fue enterrada como “Jane Doe”, o NN, en el cementerio municipal para indigentes. Posteriormente fue exhumada y sus restos enviados a Puerto Rico.

Esta visionaria educadora fundó la Asociación ASPIRA para promover oportunidades educativas a puertorriqueños y latinos en la ciudad. Su labor incansable la llevó a hacerse acreedora en 1996 de la Medalla Presidencial de la Libertad.

En 1972, ASPIRA y otras organizaciones como el Fondo Puertorriqueño para la Defensa Legal y la Educación (PRLDEF) entablaron una demanda en la cual se emplazaba a que la ciudad de Nueva York proveyera instrucciones en español en los salones de clases. El resultado fue el Decreto de Consentimiento Aspira que estableció el derecho de los estudiantes de las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York con inglés como segundo idioma a recibir educación.

Pantoja fue también fundadora del Centro Puertorriqueño de Investigaciones y Recursos y estableció la primera y única universidad bilingüe puertorriqueña en Estados Unidos, la Universidad Boricua.

Nacida en El Bronx, esta hija de inmigrantes puertorriqueños hizo historia, en 2009, al ser juramentada como la primera jueza hispana en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Tras graduarse con honores de Princeton, en 1972, se gradúa de la Escuela de Derecho de Yale en 1979. Trabaja en la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan, bajo Robert Morgenthau, de 1979 hasta 1984.

En 1991, el presidente George H. Bush nomina a Sotomayor al cargo de juez de distrito en Manhattan, un puesto que la convirtió en la primera magistrada federal hispana en Nueva York. El presidente Bill Clinton la designó en 1997 para el Segundo Circuito Federal de Apelaciones.

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