Informes, ética y política

Debería enseñarse en la universidades una materia básica, obligatoria para todos los alumnos, donde se les educara sobre la libertad de expresión, y sobre ética

El manipuleo de información se da en todos los campos.

El manipuleo de información se da en todos los campos. Crédito: Shutterstock

BURBUJAS

Se juntan hoy dos acontecimientos importantes para mí. Uno de ellos es que cumplo en unos días 95 años de edad, que, por donde lo vean, son muchos. El otro es que me caí en el baño de mi casa y me fracture la cadera. Interesantes celebraciones se avecinan…

Sin embargo, el tema para hoy son las dos grandes revoluciones que ha habido en el mundo, y no me refiero a las violentas con cambios de gobiernos y asesinatos a granel sino a la Revolución Industrial que hizo que la civilización avanzara a pasos gigantescos en lo que ahora podemos considerar casi el nuevo mundo y a la Revolución de las Comunicaciones que estamos viviendo y muchísimas personas ni siquiera se han dado cuenta de ello. Esta última involucra la disponibilidad de información, la rapidez con que se divulga y la facilidad con que todo el mundo pone sus opiniones, e incluso insultos, a circular libremente por este mundo moderno.

La primera revolución esta altamente asimilada por todos nosotros y muy superada con avances tecnológicos, de manera que las máquinas de vapor, y el telégrafo nos parecen anticuados.

Me quiero enfocar en la Revolución de las Comunicaciones porque a pesar de las grandes ventajas que trae a la humanidad, tiene lamentablemente sus contrapuntos: el libertinaje con que se publica y se pone información a la disposición del mundo entero, y la manipulación que pone en duda la veracidad de la información disponible a la vez que se oculta la verdad.

Ninguno sabemos a ciencia cierta cuales son los “secretos políticos” en los archivos que cada uno de los gobiernos tiene escondidos, en los que guarda aquellas cosas que no quiere que el pueblo se entere nunca, sin importar que es al pueblo a quien se supone sirven… ejemplos sobran.

Todavía no sabemos con precisión cuáles fueron las verdaderas razones que llevo a Bush (W.) a invadir a Irak, pero no pueden haber sido las llevadas y traídas armas ocultas que el Gobierno de EEUU debió haber sabido que no existían.

Actualmente se manejan secretos en Crimea, y difícilmente vamos a saber las razones que están llevando a Rusia a ocupar esa península.

Y qué decir de los secretos que pueden guardar los archivos del presidente de Venezuela, o los de Cuba, o los de los mismos Estados Unidos relacionados con gobiernos anteriores.

Aquí es un hecho que la tan llamada transparencia es únicamente a conveniencia de quienes la usan para dar información que no necesariamente es veraz, mientras ocultan todo aquello que no conviene a sus intereses que se sepa.

El que los gobiernos tengan secretos no es novedad, siempre los ha habido. Los esconden hasta que pase suficiente tiempo para que los que pudieran ser afectados por ellos ya no existan, de manera que la información se convierte solamente en datos históricos.

En este momento, tanto en los Estados Unidos como en México recibimos informaciones maquilladas de acuerdo con lo que los gobiernos creen que el pueblo quiere saber.

Un par de ejemplos en el caso de México, que actualmente tiene una reserva de dólares como nunca antes había tenido, pero se maneja esa información según conviene y sin importar que todos los mexicanos la entiendan. Asimismo, la información relativa a todo lo relacionado con la procuración de justicia sigue dejando un sabor a duda sobre lo publicado.

En los Estados Unidos, donde no existen dos partidos, sino dos grupos enemigos, cada uno saca a la luz información, real, inventada o manipulada, según le convenga para poner en evidencia al otro, sin considerar que a quienes están engañando es a todos esos ciudadanos que no son miembros de ningún partido

Y el manipuleo de información se da en todos los campos. Ya he citado que no tenemos idea de qué hay detrás de las posibilidades de un cambio real en migración. Ni se detienen las deportaciones, se rompen las familias, y siguen cruzando la frontera miles de personas con más o menos facilidad, mientras nos dan los números que quieren. Los datos de la cantidad de indocumentados siempre son dudosos y no hacen sentido con los citados anteriormente y las deportaciones que se dice se han hecho en la época de Obama. Lo más probable es que ni Obama, ni los demócratas, ni los republicanos, sepan cuantos indocumentados hay, pero todos opinan, dan palos de ciego, y la verdad, logran muy poco.

Y sobre el abuso que se ve en esta revolución es impresionante como podemos ver circular por el mundo la misma fotografía a quien cada quien le pone el epigrafe que les conviene y la acompaña con datos que describen su versión de “los hechos”.

El manejo de la información conlleva una responsabilidad. Quienes la manejan deben entender que lo que exponen al mundo puede contribuir al desorden cuando debería servir para el desarrollo de los pueblos y su gente.

Nada de esto es en contra de la libertad de expresión, que es uno los más grandes valores de nuestra democracia, sin embargo, debemos buscar que siempre sea veraz y no se manipule según los intereses del informante.

Debería enseñarse en las universidades una materia básica, obligatoria para todos los alumnos, donde se les educara sobre la libertad de expresión, y sobre ética, ¿no cree usted?

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