Alitas al limón

Una receta muy simple y ligera con sabor a limón. Receta proporcionada por los Chefs Jaime Martín del Campo y Ramiro Arvizú

Alitas de pollo al limón.

Alitas de pollo al limón. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person> J. Emilio Flores< / person>

Esta receta es muy fácil y rápida de preparar, lo que lleva un poco de tiempo es esperar a que las alitas se impregnen del marinado de jugo de limón. Se pueden acompañar con verduras crudas cortadas en tiras anchas como zanahorias, apio y jícama.

Las alitas se pueden servir como plato principal en una comida, o como aperitivo en una reunión con familia o amigos.

Ingredientes

12 alitas de pollo

1 cucharada de ralladura de cáscara de limón

¼ de taza de jugo de limón colado

2 dientes de ajo machacados

1 cucharadita de aceite

1 cucharadita de chile piquín

Sal al gusto

Preparación

Lave las alitas. En un tazón, mezcle la ralladura con el jugo de limón, los ajos, el aceite y el chile piquín.

Agregue las alitas y revuelva bien. Cubra el tazón con plástico autoadherible y refrigere toda la noche o por lo menos unas cuatro horas.

Coloque las alitas en una charola para horno ligeramente engarsada, bañelas con el líquido de marinar y ½ taza de agua.

Hornee durante 25 minutos a 400 °F o hasta que esté cocidas y doradas.

Salud y nutrición

Ajo: Esta fragante hortaliza posee cualidades diuréticas, depurativas, antisépticas, antibacterianas, anticoagulantes, vasodilatadoras, antiinflamatorias, expectorantes y desinfectantes. Además, ayuda a incrementar el nivel de insulina, regulando los niveles de azúcar en la sangre, y combate los parásitos y las infecciones intestinales.

Rinde 4-6 porciones

Costo: $15

Tiempo de preparación: 45 minutos de preparación y cocción, y toda la noche previa para marinar.

Para ahorrar tiempo entre semana a la hora de cocinar, compre y corte las frutas y verduras del menú de la semana, los días de su descanso. Una vez cortadas, guárdelas en el refrigerador en recipientes de plástico o de vidrio, así, las tendrá listas y frescas para el momento de cocinar. Verá como el tiempo que pasa cocinando los días que trabaja, se reducirá a la mitad.

Si una vez que terminó de cocinar le sobra caldo de pollo o de res, no lo tire, refrigérelo por 24 horas. Pasado ese tiempo, sáquelo del refrigerador y quite la capa de grasa que se le formó en la superficie. Una vez desgrasado, viértalo en charolas de cubitos de hielo y métalo en el congelador. De esta manera, tendrá caldos desgrasados (congelados) cada vez que los necesite. También puede congelar caldos de vegetales.

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