Alegan que ejecutarán a mexicano en Texas por racismo

Una corte de apelaciones federal rechazó un recurso para detener la ejecución

El mexicano Ramiro Hernández Llanas será ejecutado el 9 de abril.

El mexicano Ramiro Hernández Llanas será ejecutado el 9 de abril. Crédito: Archivo

Houston – El equipo legal del mexicano Ramiro Hernández Llanas alegó este lunes que el racismo contra los mexicanos es lo que está detrás de su ejecución, programada para el miércoles 9 de abril a las 6 pm hora local.

Presentaron la acusación de racismo en una carta enviada a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, también entregada a la oficina del gobernador de Texas Rick Perry, según lo confirmó Gregory Kuykendall, director del Programa Mexicano de Asistencia Legal (MCLAP).

“Hace más de una década el gobernador Perry dijo que el estado no ejecutará a asesinos retrasados mentalmente, pero si no hay una intervención, Texas volverá al pasado y realizará una ejecución barbárica e ilegal”, indica el documento.

La carta explica que la condena de Hernández estuvo basada en el testimonio de los doctores Richard Coons y James Grigson. “La declaración del Dr. Coons estuvo basada en la ignorancia y estereotipos racistas descarados de las personas mexicanas”, asegura.

En 2002 la Corte Suprema de Justicia de EEUU determinó que ejecutar a los individuos con retraso mental es inconstitucional, pero dejó a los estados la responsabilidad de definirlo. Los tribunales estatales consideran criterios como funcionamiento intelectual significativamente inferior, junto a limitaciones en el proceso de adaptación funcional, que sean aparentes antes de los 18 años.

Para Martha Patricia Giovine, autora del libro “El Protocolo de la Muerte: Mexicanos en la antesala de su ejecución”, el caso de Hernández es muy similar al de Edgar Tamayo, quien fue ejecutado el 22 de enero pasado.

“El argumento de retraso mental es uno de los elementos más fuertes, tiene el mismo perfil y en ese sentido es probable que Hernández siga el mismo camino que Tamayo”, explicó.

En años anteriores Giovine intentó contactar a Hernández para asegurar su testimonio, pero la respuesta del mexicano siempre fue negativa. “Me contestó que no, que ya nadie podía ayudarlo”, dijo.

Un intento por detener la ejecución fue rechazado por una corte de apelaciones con sede en Nueva Orleans. Los abogados de Hernández Llanas presentaron un recurso alegando que la falta de información sobre los fármacos usados en la inyección letal no garantiza el derecho constitucional a ser ejecutado con el mínimo de dolor posible.

La corte de apelaciones asegura que el recurso se basa en especulaciones que se sostienen simplemente en el hecho de que el sistema penitenciario de Texas ha cambiado de proveedor y por lo tanto, desestimó su validez.

El vocero del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Jason Clark, aseguró que sólo durante el día de la ejecución entregarán información respecto al estado anímico de Hernández.

Según el protocolo oficial que se realiza en este tipo de casos, el mexicano ya debe haber tomado decisiones como qué ropa vestirá el día de su ejecución y quién recogerá su cuerpo. Por ahora está recluido en la cárcel de Livingston, pero el próximo 9 de abril será trasladado a la Unidad de las Paredes en Huntsville.

Víctor Uribe, consejero sobre asuntos legales de la embajada de México aseguró que se están realizando esfuerzos para darle visibilidad al caso a nivel internacional. “Estamos pidiendo apoyo de los países del Grupo Latinoamericano y del Caribe y de otros que tiene interés en este casos, como la Unión Europea, para que sumen su apoyo a la solicitud de clemencia”.

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