Bajo el umbral de la pobreza

Cada vez se le dificulta más a muchos neoyorquinos vivir con el salario mínimo

El mexicano Manuel López tiene dos trabajos para poder cubrir los gastos de su familia.

El mexicano Manuel López tiene dos trabajos para poder cubrir los gastos de su familia. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Mariela Lombard< / person>

Nueva York — Refugio Denicia (35) trabaja lavando carros y cobra $7.25 la hora, algo más del salario mínimo para quienes reciben propinas.

Hasta noviembre cobraba $5.75 y alrededor de $250 más a la semana gracias a las propinas. Ahora trabaja menos de 40 horas semanales, y con el duro invierno las propinas han caído. Denicia calcula que en abril puede haber ganado unos $1,000.

De ahí tiene que pagar su parte de los $1,250 del estudio que comparte con otras dos personas, unos $240 en comida al mes y $150 en teléfono y cable. Cuando puede manda algo a sus hijos en México.

“Uno se priva de mucho”, dice. “Hace un año que no me compro zapatos”.

El estado de Nueva York tiene un salario mínimo de $8 la hora, que el año que viene subirá a $8.75 y en 2016 quedará en $9 en 2016. Para quienes ganan propinas, el mínimo es $5.65, pero las propinas deben subirlo al menos a $8.

Aunque este mínimo es más elevado que el federal ($7.25 la hora), no alcanza para impedir que muchas familias caigan bajo un umbral de pobreza en Nueva York: $31,039 anuales en 2012, según el Centro de Oportunidades Económicas (CEO, por sus siglas en inglés).

En un informe que este Centro presentó el martes, en los últimos años la pobreza ha aumentado dramáticamente en las familias trabajadoras de la Ciudad.

Según este informe, 17% de las familias con al menos alguien empleado full time viven en la pobreza. “Los trabajadores no están ganando lo suficiente para salir de la pobreza”, dice Vicent Álvarez, presidente de NYC Central Labor Council, AFL-CIO.

El incremento en el número de personas que tiene dificultades diarias es más notable entre la comunidad asiática. Entre ellos el 29% se considera que son pobres. Para los latinos este porcentaje es del 25.7%.

Ahogado por el alto coste de vida, el cocinero Manuel López (38) buscó un segundo empleo. López vive en Queens y trabaja de 10 a.m. a 4 p.m. en un restaurante de El Barrio, y de la media noche a las 9 a.m. en otro local cercano. Padre de una adolescente de 14 años, confiesa que no le alcanza para sostener a su familia.

“Es una tarea casi imposible sobrevivir con el pago mínimo”, enfatizó. “Duermo seis horas y mi salud está muy afectada, pero necesito el dinero”.

López gasta mensualmente $1,200 en renta, luz, teléfono, transporte y servicios de salud, y cada semana envía remesas a sus padres enfermos en México.

“Ojalá se ganara más por hora. Cada año la vida es más costosa y la plata que se gana no rinde para vivir con dignidad”, agregó.

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