Pentágono a rendir cuentas tras canje de soldado por talibanes
Deberán explicar al Congreso lo relacionado con la entrega de terroristas a cambio de liberar al sargento Bergdahl
El sargento Bowe Bergdahl estuvo como prisionero por casi cinco años. Crédito: EFE
WASHINGTON.- El Pentágono rendirá cuentas ante el Congreso la próxima semana sobre el polémico canje de cinco talibanes detenidos en Guantánamo a cambio del sargento estadounidense Bowe Bergdahl, un asunto que ha profundizado la discordia entre demócratas y republicanos.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el abogado principal del Pentágono, Stephen Preston, han sido citados a una audiencia el próximo 11 de junio ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes para explicar el canje del sábado pasado, y por qué la Administración Obama no comunicó el plan al Congreso como requiere la ley.
Los legisladores también tienen previsto realizar a lo largo de la semana sesiones a puerta cerrada con funcionarios de alto rango del gobierno.
El caso de Bergdahl, cuyos detalles se filtran a cuentagotas y cambian minuto a minuto, ha aumentado la acritud en Washington, donde algunos legisladores aconsejan esperar hasta tener a mano todos los hechos, pero la mayoría ha atacado el pobre manejo por parte de la Administración Obama.
El senador republicano por Florida, Marco Rubio, un posible candidato presidencial en 2016, figura entre los conservadores más críticos de la evolución del caso.
Ante informes de que Bergdahl se convirtió al islam durante su cautiverio e incluso se declaró un guerrero del islam, Rubio sugirió el jueves en una entrevista con la cadena televisiva Fox News que la Administración Obama le mintió sobre ese detalle.
“Pregunté sobre eso y las respuestas que recibí directamente contradicen o disputan” la presunta conversión religiosa de Bergdahl, por lo que si ésta se comprueba, “tenemos un problema serio de una Administración que engaña al Congreso”, argumentó Rubio.
Mientras, el senador republicano por Arizona y exprisionero de guerra, John McCain, sugirió en febrero pasado que apoyaría un posible canje, dependiendo de los detalles. Desde el pasado fin de semana, sin embargo, McCain ha dicho que el canje fue un error que aumenta el riesgo para los soldados estadounidenses.
El gobierno del presidente Barack Obama asegura que mantuvo el hermetismo sobre el canje para proteger a Bergdahl, en cautiverio durante cinco años, y no torpedear su puesta en libertad.
Apoyado por el Pentágono y sus aliados demócratas en el Congreso, Obama ha dejado en claro que no ofrecerá disculpas porque la obligación de EEUU es proteger a sus soldados.
Ante las conjeturas de que Bergdahl es un desertor y no un prisionero de guerra, el Pentágono ha dicho que esperará hasta interrogarlo para determinar los siguientes pasos.
En las audiencias, los legisladores buscan explicaciones sobre las condiciones en que Bergdahl abandonó su puesto en Afganistán en junio de 2009, y los pormenores del traslado de cinco talibanes del penal de Guantánamo, donde permanecieron durante más de una década, a Qatar.
Por el momento hay pocos datos confirmados del caso, que ha dominado los noticieros en los últimas días.
Una prueba de vida ofrecida en un video de diciembre de 2013 mostraba a Bergdahl en pésimo estado de salud y, según fuentes oficiales, el sargento habría intentado escapar en al menos dos ocasiones.
Fuentes del Senado indicaron a la cadena CNN que, de hecho, Bergdahl podía ser ejecutado por los talibanes si se filtraban datos sobre el inminente canje.
Tampoco hay suficiente claridad sobre los cinco talibanes: según analistas, solo tres eran de alto rango, con puestos políticos, mientras que los dos restantes tenían cargos menores dentro de la organización.
De cara a los comicios legislativos del próximo 4 de noviembre, los republicanos aprovechan cada oportunidad de criticar las políticas internas y de política exterior de Obama, mientras los demócratas adoptan una postura de cautela.
