Iglesia católica refrenda rechazo a matrimonios gay

El documento guía de la próxima cumbre de obispos católicos del mundo, sobre los retos de la familia, mantiene el rechazo a las uniones gay

El documento guía de la próxima cumbre de obispos católicos del mundo, sobre los retos de la familia, mantiene el rechazo a las uniones legales de personas del mismo sexo, aunque pide misericordia hacia los homosexuales.

“Los desafíos pastorales en el contexto de la evangelización” es el título del texto de trabajo (Instrumentum laboris) sobre el cual clérigos de los cinco continentes prepararán el debate en la asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos, a realizarse aquí del 5 al 19 de octubre próximo.

El escrito denunció las presiones que sufre la institución de la familia en el mundo actual, cargó contra la violencia intrafamiliar, condenó el “feminicidio”, alabó la valentía de las madres solteras y dedicó diversos párrafos a las modalidades de acogida de los homosexuales en la Iglesia.

Evidenció la necesidad de un equilibrio entre la enseñanza de la Iglesia sobre la familia y una actitud respetuosa, que no juzgue a las personas que viven estas uniones (homosexuales).

“En conjunto, se tiene la impresión de que las reacciones extremas respecto de estas uniones, tanto de condescendencia como de intransigencia, no han facilitado el desarrollo de una pastoral eficaz, fiel al magisterio y misericordiosa con las personas interesadas”, estableció.

Advirtió que en los países en los que existe una legislación de las uniones civiles, numerosos fieles se muestran a favor de una actitud respetuosa, que no juzgue a estas personas, y en favor de una pastoral que trate de acogerlas.

“Esto no significa, sin embargo, que los fieles estén de acuerdo con una equiparación entre matrimonio heterosexual y uniones civiles entre personas del mismo sexo. Algunas respuestas y observaciones expresan la preocupación de que la acogida en la vida eclesial de las personas que viven estas uniones se entienda como un reconocimiento de su unión”, añadió.

De todas maneras no dejó de denunciar el impacto de la “ideología de género” que –constató- busca modificar el sentido del cuerpo y de la diferencia sexual, que se sustituye con la idea de la orientación de género, hasta proponer la subversión de la identidad sexual.

En el Sínodo, los obispos católicos están llamados a buscar respuestas a nuevas situaciones que afectan a la familia, como divorcios, convivencias, uniones homosexuales y dudas de los fieles sobre la contracepción.

Los temas a debatir están recogidos en el “Instrumentum Laboris”, presentado este miércoles en el Vaticano y que se ha elaborado con las respuestas al cuestionario que se envió a las conferencias episcopales de todo el mundo.

El documento constituye un extraordinaria síntesis de los cambios sociales en el seno de las familias vistos desde la perspectiva católica.

La Iglesia católica admite que los escándalos sexuales, como la pederastia, y la incoherencia del estilo de vida de religiosos ha tenido como consecuencia “una relevante perdida de la credibilidad moral” de la Iglesia.

El secretario general del Sínodo de los obispos, Lorenzo Baldisseri, destacó que en las respuestas se lee la necesidad de “una pastoral capaz de ofrecer misericordia” y que “proponga y no imponga, acompañe y no empuje, invite y no expulse y nunca desilusione” a los divorciados, a las parejas que conviven o las madres solteras.

El documento enumera también los numerosos problemas que afronta la familia actual, como “la debilidad de la figura paterna”, “la violencia” en el seno de la familia sobre las mujeres y los niños, así como ludopatía, alcoholismo, o incluso “los ritmos de trabajo intensos” que impiden dedicar atención a los hijos, pero también el masivo uso de las nuevas tecnologías como Internet.

Uno de los principales temas que se abordarán durante el Sínodo será el de los divorciados católicos que se han vuelto a casar y que no pueden recibir la Eucaristía.

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