Afganistán en América: Policías se militarizan

Inician petición para exigir fin de programa militar en agencias del orden

El Departamento de Seguridad Nacional ha destinado unos $34,000 millones a gobiernos estatales para armamentos militares.

El Departamento de Seguridad Nacional ha destinado unos $34,000 millones a gobiernos estatales para armamentos militares. Crédito: Getty Images

WASHINGTON, D.C.? Las imágenes de bombas lacrimógenas y policías camuflados y con armamento militar en las calles de Ferguson (Missouri) parecen sacadas de la guerra en Afganistán, y han suscitado denuncias contra la creciente militarización de las fuerzas policiales en EEUU.

La policía de Ferguson, un suburbio de St. Louis con apenas 21 mil personas y de mayoría negra, salió a las calles preparada más para una guerra que para contener los disturbios tras la muerte del joven desarmado Michael Brown a manos del agente Darren Wilson.

La Policía insiste en que Brown atacó primero a Wilson y éste actuó en defensa propia.

La aparente metamorfosis de la policía y su respuesta asimétrica a los disturbios han caldeado los ánimos de grupos cívicos y comunitarios, que ahora exigen el cese de programas que han distribuido equipos militares a la policía local.

Obama urges both protestors and police to be responsible during #Ferguson demonstrations: http://t.co/VJvtqZEYpY pic.twitter.com/9LcZyvMU7I

— Reuters U.S. News (@ReutersUS) August 14, 2014

Uno de los programas en la mira, el “programa 1033”, permite que el Pentágono transfiera equipos militares a la policía civil en diversas jurisdicciones de EEUU.

El Pentágono no ha respondido a solicitudes para aclarar objetivo del programa.

LEE MÁS DE LAS TENSIONES EN MISSOURI


Sigue tensión en Misuri por muerte joven afroamericano

Anonymous identifica a policía de mató a afroamericano en Ferguson

Más disturbios en Ferguson, gobernador de Misuri visitará zona

Obama: “No hay excusa para el uso excesivo de la fuerza”


A grupos latinos en solidaridad con la familia de Brown, como la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) y “United We Dream”, les preocupa que la policía, que carga con problemas de uso excesivo de la fuerza, caiga en la tentación de usar esas armas y agravar situaciones prevenibles.

“Como red de jóvenes indocumentados, hemos vivido en carne propia los abusos de la policía, que claramente no cree en el trato equitativo bajo la ley… no abandonaremos nuestra lucha por la justicia hasta que toda la gente sea tratada con dignidad”, dijo Felipe Sousa-Rodríguez, activista de “United We Dream”.

Según un estudio de 2011 del Centro para Reportajes de Investigación (CIR), el Departamento de Seguridad Nacional ha destinado unos 34,000 millones de dólares a gobiernos estatales para armamentos militares y otros programas de seguridad para la policía local desde los atentados de 2001.

En base a documentos de 41 estados, el estudio de CIR señaló que los departamentos de policías en muchas partes de Estados Unidos se han transformado en fuerzas del orden más parecidas a pequeños ejércitos.

Más de 17 mil agencias del orden público en todo Estados Unidos, en particular agencias policiales, alguaciles y algunos departamentos de bomberos, han aprovechado el programa de armas militares.

El “botín” que reciben estas agencias incluye helicópteros, rifles M16, y demás municiones. La oficina del Sheriff de Los Ángeles, por ejemplo, recibe anualmente un promedio de $4 millones a $5 millones en armamento militar.

Todo esto ha creado una mala imagen no solo para la policía de Ferguson, porque dan la impresión de tratar a la comunidad que deben proteger como enemigos en un frente de guerra.

La organización Care2 ha iniciado una petición en Internet, dirigida a la Administración Obama para exigir el “cese inmediato” de la militarización de la policía y el desmantelamiento del “programa 1033”.

La petición ya tiene 22,527 firmas, de una meta de 30 mil.

Según Julie Mastrine, una activista de la organización Care2, la brutalidad cometida contra Brown es resultado a largo plazo de la puesta en marcha del programa, iniciado en la década de 1990, que canaliza armamento militar a la policía.

“Los que han firmado la petición están convencidos de que si en verdad queremos frenar estas tácticas desmesuradas de la policía contra los manifestantes, para comenzar debemos frenar el flujo de armas militares a la policía”, explicó a La Opinión Mastrine.

El fomento de mejores relaciones entre la policía y la comunidad que debe proteger, no atacar, “exige una reevaluación del poder que le cedemos a la policía local”, puntualizó.

En esta nota

#AbusoPolicial Ferguson MichaelBrown

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain