Una inmigrante que vive al servicio de “la causa”

Quiere estudiar derecho para "defender la causa".

Quiere estudiar derecho para "defender la causa". Crédito: EFE

“Soy una inmigrante desde 1984, porque eso es lo que somos”, exclamó sorprendida al recordar que lleva 25 años protegiendo a los indocumentados a través de su propia organización, American Fraternity.

Sandigo, quien vive en Florida con su esposo Reymundo y sus hijas Athena, de 17 años, y Jerry Ann, de 5, se define como la encargada de “velar responsablemente por estos menores” ante los padres deportados.”Yo llegué como una niña con una historia de sufrimientos”, rememoró, al contar que salió de Nicaragua con sus tres hermanos en una huida de la guerra civil en 1984 con rumbo a Venezuela, para luego viajar a Estados Unidos cuatro años más tarde.

Sandigo cursó varios programas técnicos en Miami y afirma tener el sueño de estudiar Derecho, aunque indicó que en tantos años de activismo y cabildeo en Washington DC ha aprendido mucho de leyes “para defender la causa.”

Ella, más una empleada de medio tiempo y 118 voluntarios conforman la organización que aseguró, no recibe fondos del Gobierno ni de los padres deportados y cuida a estos niños desde días de nacidos hasta su mayoría de edad.

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