Test: ¿Sabes ser buena amiga?

Darle a una persona el título de amigo y decir que una lo es de alguien más, conlleva muchas cosas, entre ellas un compromiso de lealtad, honestidad y apoyo incondicional. Pero este esfuerzo es necesario de las dos partes, es decir, de quien lo da y lo recibe. Y tú, ¿te has preguntado qué tan leal eres cuando se trata de la amistad? Atrévete a descubrirlo:

1. Necesitas encontrar quien te supla para dar unas clases y un buen amigo tuyo puede hacerlo, en preparación te supera por mucho y podría representar un riesgo para ti, ¿qué haces?

a) Lo recomiendo ampliamente, sé que hará un buen papel.

b) Para quedar bien le ofrezco la posibilidad, pero cambio de parecer y pido que alguien más me sustituya.

c) Ni para qué me arriesgo, lo mejor es mantenerlo lejos y que él mismo busque sus espacios en otro lado.

2. Ahora cambian los papeles y es él quien puede ayudarte a conseguir un mejor precio de hospedaje en un lugar al que irás de vacaciones, ¿cómo te portas con él?

a) Veo si puede apoyarme, pero le dejo claro que no debe sentirse presionado y pase lo que pase, le agradezco su esfuerzo.

b) Lo trato con todo mi cariño y cuidado, mientras resuelve la situación, después todo será como siempre.

c) Hago un gran trabajo de chantaje y no lo dejo respirar ni un minuto hasta obtener la respuesta que necesito.

3. Tu amiga con la que compartes la clase ha cometido errores que se pudieron evitar, pero no hizo caso. Ahora vienen las consecuencias y a ti te reclaman, así que tú:

a) Das la cara y solucionas todo, es una forma de apoyarla y piensas que después hablarás con ella del tema.

b) Aprovechas la ocasión para hacer notar sus faltas, pero a ella le hacen sentir todo tu apoyo.

c) Pides la mejor calificación para ti y argumentas que ya quedó claro quién tiene más talento.

4. Sé honesta: ¿con qué frecuencia y bajo qué circunstancias buscas a tus amigos?

a) Siempre que puedo, aunque sea por correo electrónico, pero ellos deben saber que los recuerdo.

b) Solo cuando necesito que me apoyen con algo o que realmente tengo ganas de verlos.

c) La verdad nunca los busco, espero a que sean ellos los que lo hagan.

5. Cuando ellos pasan por un apuro, ¿recurren a ti en busca de ayuda?

a) Sí, claro, saben que cuentan conmigo incondicionalmente.

b) Los ingratos sólo se manifiestan si saben que les debo algo.

c) Nunca piensan en mí, suelo enterarme de sus problemas por otras personas o cuando ya no hay nada por hacer.

Sabes valorar la amistad y siempre estás dispuesta a entregarla, pero también sabes recibir y agradecer lo que hacen por ti. Aunque parezca que está de más decírtelo, no debes olvidar que éste es un papel muy importante en la vida de otras personas como en la tuya misma. Por esta razón que debes esforzarte por estrechar esos lazos y asegurarte no solamente de que eres alguien en quién confiar, sino que tú también puedes contar con ese valioso apoyo.

Nadie creería que detrás de lo que parecen malas acciones tuyas, hay una real necesidad de comportarte como buena amiga, sin embargo, es posible que no hayas tenido a nadie en quién confiar ni tampoco en quién apoyarte. Ahora es tu momento de cambiar el rumbo y buscar personas con la que puedas compartir con honestidad. Dicen que un amigo es un hermano por elección, así que encárgate de que sea alguien que sepa ganarse tu cariño y confianza, que lo demás viene solo.

Indispensable que tu primera tarea sea aprender de lealtad. No, no te ofendas, por el contrario: trata de hacer un análisis de lo que ha sido tu historia con tus ‘amigos’ a lo largo de tu vida, ¿verdad que no es nada saludable? Pon manos a la obra y empieza de cero, ni tú eres la única culpable ni tampoco los desleales son los otros; lo que sí es real es que sólo tú puedes responder por tus actos, así que empieza a confiar para que los demás lo hagan contigo y no temas entregar tu cariño y cuidado a otros.

Colaboración de Fundación Teletón México

“La empatía: nos hace vivir el sentir ajeno”

Bojorge@teleton.org.mx