Dónde fuego hubo, cenizas quedan (a veces)
No siempre es una buena idea reconectarse con amores del pasado
Muchas parejas se vuelven a encontrar después de años y logran reanudar la relación. Crédito: Shutterstock
¿Quién no ha “Google-ado o Facebook-ado” alguna vez a un viejo amor de la adolescencia? Las razones para hacerlo son muchas. A veces lo hacemos por simple curiosidad, o para sentirnos reivindicadas al ver que, aquel que por tanto tiempo nos hizo perder el sueño, hoy es un viejito muy venido abajo, a quien ni siquiera saludaríamos si lo encontramos por la calle.
Muchas veces buscamos a nuestros ex para intentar un reencuentro.
“Lo primero que hice cuando abrí mi cuenta de Facebook fue buscar a mi ex y a mis amigas de la prepa que ya no había vuelto a ver”, contó Rosalía Espinosa, de North Hollywood, California. “Volver a ver a mi ex fue lo mejor que me pudo pasar. Estaba gordo y casi sin cabello, cuando lo vi tan viejo y descuidado, me alegré de que él me hubiese dejado cuándo éramos jóvenes”, confesó.
Pero no todas tienen la misma experiencia de Espinosa, y hay quienes al reencontrarse con un viejo amor, vuelven a sentir mariposas en el estómago.
¿Es una buena idea volverlo a intentar, después de tantos años?
Muchas parejas logran retomar donde dejaron, y se arrepienten de no haberse buscado antes. Otras, por el contrario, descubren que ya no tienen nada en común, y prefieren quedarse con el recuerdo de tiempos mejores.
Estos son algunos indicios de que es mejor dejar en el pasado lo que pertenece al pasado.
- No quieres estar sola. Esta es una de las peores razones para retomar una relación. La costumbre y la soledad son dos malas consejeras que siempre nos hacen correr hacia la persona equivocada.
- Esas odiosas costumbres. Si tu ex sigue teniendo los mismos hábitos que te llevaron a dejarlo en primer lugar, el intento será un fracaso. No te engañes creyendo que esta vez sí lograrás cambiarlo, o que esos molestos detalles dejarán de exasperarte. Por el contrario, con los años la gente se hace más mañosa y los hábitos se magnifican. Todos tendemos a recordar los buenos momentos y olvidar los malos. Refresca tu memoria.
- “Pero está muy cambiado”. Todos los que te rodean tratan de recordarte que rompió tu corazón y cuánto lloraste cuando finalmente te dejó. Es cierto que todos se merecen una segunda oportunidad, y que quizás tu ex sí haya cambiado. Pero si te encuentras, una vez más, buscando excusas para justificar su comportamiento, y no terminas de enmendar la confianza que años atrás destruyó, probablemente las advertencias de amigos y familiares sean ciertas.
- En realidad, está demasiado cambiado. El otro extremo tampoco es bueno. Si tu ex no tiene la mínima semejanza con la persona que amaste en el pasado, probablemente te estés dejando llevar sólo por el recuerdo de tiempos felices. Atesora tus recuerdos en un rincón del corazón, y búscate a alguien nuevo.
- La que cambiaste eres tú. El rencuentro pudo haber sido hermoso y emotivo, lleno de memorias románticas. Pero para el segundo encuentro, notas que tu ex no ha cambiado en absoluto, mientras que tú te has crecido y te has convertido en una nueva mujer. ¿Realmente quieres volver atrás?