Esos kilos de más no son mi culpa

Conoce los mitos y realidades en torno a la pérdida de peso… no te sentirás culpable

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Crédito: <copyrite>Shutterstock < / copyrite><person> < / person>

El bajar de peso es una de las resoluciones más comunes del Año Nuevo. Sin embargo, año tras año, para algunas personas obesas esta promesa se torna en toda una verdadera pesadilla tras no poder materializar su cometido.

¿Por qué se da esto? Algunos dirán: porque comen mucho, no hacen ejercicio, les falta voluntad, no son perseverantes, no les interesa hacerle frente a su obesidad, son felices siendo gordos”.

Pues, aunque es cierto que la mayoría de los casos de sobrepeso se debe a los malos hábitos alimenticios y la falta de actividad física, para algunas personas obesas el problema va más allá del someterse a miles de dietas y tener constancia en su rutina de ejercicios.

“Hay varios factores que contribuyen al sobrepeso y la obesidad. Entre ellos están los relacionados con factores genéticos, fisiológicos e incluso, hormonales”, dice el endocrinólogo Edward Hess, viculado a Kaiser Permanente en Fontana, California.

Esto quiere decir que, para algunos, el sobrepeso es una barrera que choca con el ferviente deseo de controlar el consumo de calorías diarias para estar delgado.

Entre los desórdenes hormonales más comunes [relacionados con la obesidad] están el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing.

“Ambas condiciones están ligadas a alteraciones en la producción de alguna hormona. En el caso del hipotiroidismo son las hormonas tiroideas, y en el síndrome de Cushing es la hormona cortisol”, detalla el galeno, y describe cada una de ellas.

Hipotiroidismo. Quienes sufren de este problema no producen la hormona tiroidea necesaria para mantener el cuerpo funcionando de manera normal.

“Esto genera un descenso del metabolismo que resulta en retener agua y la incapacidad de quemar las calorías y utilizar correctamente la energía corporal”, señala el Dr. Hess.

Síndrome de Cushing. Este síndrome, conocido también como hipercortisolismo, es una enfermedad que se produce por los altos niveles de la hormona cortisol (u hormona del estrés) en el cuerpo.

“El hipercortisolismo puede darse ya sea porque el cuerpo produce demasiado cortisol o por tomar demasiados medicamentos que contienen cortisol”, explica el experto en endocrinología. “Y, aunque es una condición poco común, en quienes la padecen, el aumento de peso [particularmente en el área del tórax y el abdomen] es muy común”.

Resistencia a la leptina. Otro desorden hormonal que desempeña un papel en el control del peso es la resistencia a la leptina. Esta hormona de proteína (que la sangre transporta al cerebro) es la que se encarga de emitir el mensaje de llenura.

“Una persona que padece de resistencia a la leptina no recibe este mensaje y no se da cuenta que ya está satisfecha y seguirá comiendo”, detalla el Dr. Hess.

Como ves, estas afecciones hormonales –al no ser tratadas- hacen complejo el simple deseo de bajar peso en algunas personas.

Si ves que no bajas de peso, a pesar de mover cielo y tierra para lograr tu cometido, consulta con tu médico para que te haga un examen del funcionamiento de tu tiroides y de los niveles de las hormonas que promueven la obesidad

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