Reforma judicial y vivienda asequible entre las prioridades de Mark-Viverito

En su primer discurso del Estado de la Ciudad, la presidenta del Concejo de NYC intentó apelar a las distintas comunidades

El marco del discurso - ambientado con la bandera boricua y la música de Héctor Lavoe - parecía más el de un lanzamiento de campaña.

El marco del discurso - ambientado con la bandera boricua y la música de Héctor Lavoe - parecía más el de un lanzamiento de campaña. Crédito: Cortesía / William Alatriste

NUEVA YORK — Con el fondo musical del legendario Héctor Lavoe cantando “Mi Gente” por los altoparlantes del Centro Comunitario Johnson, en East Harlem, la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito, pronunció este miércoles su primer discurso del Estado de la Ciudad ante un auditorio colmado de políticos, funcionarios y líderes comunitarios.

El marco parecía más el de un lanzamiento de campaña que el de un rutinario mensaje de gestión. Nueve grandes banderas (las de Estados Unidos, el estado de Nueva York, la ciudad, los cinco condados y Puerto Rico) servían de fondo al estrado, que fue ocupado por varios oradores que precedieron brevemente a Mark-Viverito.

Vestida con un impactante traje de color coral y exultante, la presidenta del Concejo fue recibida con una fuerte aclamación. Sus palabras fueron también repetidamente interrumpidas por aplausos del público.

Pasando varias veces del inglés al español, Mark-Viverito delineó sus prioridades para el próximo año legislativo: reforma del sistema de justicia criminal, vivienda asequible, medidas de apoyo a los trabajadores y a los pequeños empresarios, y reforma del sistema de disciplina escolar, entre otras.

La líder del ala progresista de la coalición que llevó a Bill De Blasio a la alcaldía, hizo hincapié en la defensa de los intereses de los más necesitados. “Unidos podemos hacer que la voz de todos los neoyorquinos sea escuchada”, señaló.

En lo que también puede considerarse una declaración política, ésta fue la primera vez en que este discurso—usualmente una formalidad anual de la presidencia del Concejo Municipal—fue pronunciado desde una vivienda pública.

Como se esperaba, Mark-Viverito hizo una fuerte defensa sobre la necesidad de avanzar en la reforma del sistema policial, penal y penitenciario, que afecta desproporcionadamente la vida de ciudadanos de color.

Sin mencionar explícitamente la política de ventanas rotas, la presidenta hizo alusión crítica a ella al referirse a la necesidad de reemplazar arrestos por delitos menores por multas y advertencias (summonses, en inglés). También abogó para contratar 1,000 oficiales de policía adicionales.

La funcionaria señaló que las actuales políticas penitenciarias le cuestan a la ciudad $100,000 al año por cada detenido en la cárcel de Rikers.

Mark-Viverito anunció también que propondrá crear una Oficina de Coordinación de Justicia Civil para asegurar representación legal a todos los neoyorquinos, con un presupuesto de $5 millones.

La presidenta del Concejo dijo a El Diario que, en temas como la reforma policial, “muy probablemente tengamos diferencias con el alcalde”, pero insistió en una actitud conciliatoria y de diálogo. “Hoy expuse mi visión, ahora tenemos que sentarnos a conversar con el alcalde, el comisionado de Policía y otros funcionarios para iniciar una conversación que permita plasmar las reformas necesarias”, señaló.

Con respecto al salario mínimo, la demócrata indicó que $11.75 no es suficiente, pero evitó dar una cifra alternativa. Manifestó estar frustrada con el nulo movimiento que hay en Washington con respecto a una actualización, y con que el procedimiento para subirlo en la ciudad deba pasar por Albany. “(Hay que) vivir en esta ciudad para poder entender y discutir lo que es justo y suficiente”, sostuvo.

Hay otros retos económicos de la ciudad para los que Mark-Viverito admite que no hay soluciones fáciles, como la constante subida de alquileres comerciales. “Ha habido proyectos que contemplan algo similar a la renta estabilizada, pero para locales comerciales, pero es algo que tenemos que estudiar y es un gran problema porque ocurre en todos los condados de la ciudad”.

Además una legislación para ampliar las leyes que protejan a los neoyorquinos que tengan mal o pobre crédito, porque “tener problemas con facturas médicas o estudiantiles no lo tienen que trabar para obtener un trabajo”, destacó.

(Ana Nieto colaboró con este artículo)

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