Sin El Chapo, sigue el narcotráfico en EEUU
A un año de la captura del narcotraficante del cártel de Sinaloa no cesa el ingreso de drogas
El Chapo Guzman Loera fue capturado el pasado fin de semana por marinos de la Armada de México, en Sinaloa. Crédito: Archivo / EFE
Hace un año los gobiernos tanto de México como de Estados Unidos hicieron alarde de la captura del narcotraficante más poderoso del mundo.
Presumieron de que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera había sido detenido, sin un solo disparo, por elementos de la Marina en un operativo impecable el 22 de febrero en Mazatlán, Sinaloa.
Tanto la Agencia Federal Antidrogas (DEA) como la Procuraduría General de la República (PGR) se jactaron de tener un estrecha colaboración y de haber dado un duro golpe al narcotráfico.
Sin embargo, a un año de la captura de “El Chapo”, el cártel de Sinaloa sigue abasteciendo de metanfetaminas, heroína, cocaína y marihuana a los consumidores de Los Ángeles, zona que ha sido desde la década de los 90 uno de los principales mercados para los narcotraficantes mexicanos, desde la época en que “El Chapo” tenía a los hermanos Reynoso entre sus socios angelinos.
“Es evidente que cada vez que arrestas al líder principal de un cártel, como Guzmán, afectas su organización”, dijo Vijay Rathi, agente especial de la DEA en Los Ángeles. “Pero es difícil medir específicamente el impacto de un sólo arresto, inclusive el del Chapo. Basta decir que la DEA hizo un progreso significativo en sus esfuerzos por desmantelar el cártel de Sinaloa durante el año pasado”, mencionó.
Pese al triunfalismo que mostraron con la captura de Guzmán Loera, las autoridades reconocen que la droga sigue cruzando la frontera, que se están utilizando mejores técnicas para el tráfico y que poco fue el cambio que sufrió la organización criminal en sus operaciones.
La DEA ha reportado que la heroína que se envía al norte se ha multiplicado cuatro veces mientras que en México los laboratorios de metanfetamina siguen aumentando.
El cártel de Sinaloa estaba encabezado por Guzmán Loera y Juan José Esparragoza “El Azul”, cuya muerte se reportó en junio pasado.
Pero una de las principales cabezas ha sido Ismael “El Mayo” Zambada, quien sigue operando.
El lugar de mando de “El Chapo” parece haber sido ocupado por quien se dice es su ahijado, Dámaso López “El Mini Licenciado”, hijo de Dámaso López Núñez, quien fuera jefe de seguridad de la cárcel de Puente Grande cuando Guzmán Loera se fugó en 2001.
Las redes de la mafia también se han abierto un espacio en el ambiente musical con cantantes de narcocorridos. Uno de sus exponentes es Gerardo Ortiz, quien fue amenazado de muerte el año pasado por realizar composiciones a favor de los hermanos Alfonso y René Arzate García, apodados “El Aquiles” y “La Rana”, respectivamente, supuestos líderes de una célula del Cártel de Sinaloa.
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