Obama se puede anotar un éxito, dicen los expertos
Washington D.C.
Seis años más tarde de haber llegado al poder, Obama no sólo ha logrado un acuerdo marco sobre armas nucleares con Irán sino que avanza en la normalización de las relaciones con Cuba, en el congelador desde hace más de medio siglo.
Por ello, en este séptimo encuentro regional, que se realiza cada tres años desde 1994, Obama llega fortalecido en el frente internacional, según expertos consultados por este diario.
“Ahora las cosas son distintas: EEUU ha flexibilizado su política antidrogas, está normalizando las relaciones con Cuba, busca cerrar el penal en Guantánamo y ha emprendido acciones ejecutivas sobre inmigración”, dijo Joy Olson, directora ejecutiva de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA).
Sin embargo, Olson agregó que el encuentro regional, que pondrá a prueba la integración del continente, debe servir para dar respuestas urgentes a los problemas de “crimen, violencia y corrupción que prácticamente afectan a cada país”.
Apertura con Cuba
Por su parte, Eric Olson, subdirector de asuntos latinoamericanos del Centro Woodrow Wilson, consideró que aunque Obama no llega a Panamá con grandes ofertas de asistencia económica -el Congreso no ha aprobado los mil millones de dólares que pidió para Centroamérica- sí tiene el poder de agilizar la normalización de las relaciones con Cuba, que será uno de los temas dominantes.
“El embargo ha sido un gran irritante en esa relación bilateral y este diálogo de apertura es un buen primer paso para una mayor cooperación en la región no solo para la sociedad cubana”; argumentó.
Otro “irritante” ha sido la inclusión de Cuba, desde 1982, en la lista de Estados que, según Washington, patrocinan el terrorismo.
Se prevé que, en base a recomendaciones del Departamento de Estado, Obama anuncie, posiblemente durante la cumbre, la salida de Cuba de esa “lista negra”, asunto que, según expertos, no tendría grandes trabas en el Congreso.
Tensiones con Venezuela
Cuba hará su debut en la cumbre, tras más de cinco décadas de aislamiento, y junto con Venezuela serán los dos protagonistas de la cumbre.
Cuba y Venezuela han centrado en meses recientes buena parte de la política exterior de Obama hacia América Latina, que además ha suscitado tanto críticas como elogios hacia su gobierno.
En ese sentido, Mark Weisbrot, codirector del Centro para Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR, en ingles), dijo que aún si Obama saca a Cuba de la lista, éste será un logro muy mínimo porque, a su juicio, el país caribeño no debió jamás estar incluido.
Otro tema de discordia en este encuentro serán las sanciones impuestas por Obama el pasado 9 de marzo contra siete funcionarios del gobierno venezolano, que se toparon con críticas incluso de sus más cercanos aliados, como los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Enrique Peña Nieto.
Se prevé que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acuda a la cumbre con unas 10 millones de firmas para exigir que Obama revoque su orden ejecutiva.
Obama ha dado marcha atrás a su retórica de que Venezuela es una “amenaza”, pero su gobierno no ha precisado qué pasará con las sanciones.
Weisbrot, que en ocasiones ha comparado a EEUU con “el matón del barrio”, consideró que Obama se equivocó al imponer las sanciones, y a EEUU no debería sorprenderle que su medida ejecutiva no fuese aplaudida en la región.
El comercio, el desarrollo económico, la seguridad ciudadana, y los derechos humanos también forman parte de la agenda en esta cumbre y el reto para todos, según Eric Olson, es alentar a los países a que “adopten políticas más abiertas y transparentes que respeten los derechos humanos y el derecho a la disensión pacífica”.