Sigue el suspenso en el caso de Etan Patz
Concluye el cuarto día de deliberaciones sin que el jurado llegue a un veredicto
Nueva York – El cuarto día de deliberaciones concluyó sin que el jurado alcanzara un veredicto en el caso de Pedro Hernández, acusado por la desaparición y muerte del niño Etan Patz ocurrida hace 35 años en SoHo.
Durante la sesión de este lunes el jurado escuchó la transcripción de la declaración de José López, cuñado de Hernández, que testificó que a mediados de los años 80, cuando asistía a un grupo de oración carismático en Nueva Jersey, dos de sus compañeros le habían confiado que Hernández les había confesado haber matado a un menor en Nueva York.
López, fue el hombre que lo denunció ante la policía en 2012.
Además, el jurado solicitó al juez Maxwell Wiley ver las evidencias concernientes al reporte del tiempo del 25 de mayo de 1979, día de la desaparición de Patz, el récord de llamadas entre Hernández y su cuñado Juan Santana y la transcripción de las conversaciones telefónicas que sostuvo el acusado con su esposa Rosemary mientras él estaba detenido en la cárcel de Rikers Island.
El pedido del estado del tiempo podría ser clave, dado que Hernández en su confesión recordó el día como muy soleado y agradable, pero el reporte oficial lo dio como muy nublado y gris.
Juan Santana, cuñado de Hernández, era el manager de la bodega donde trabajaba el acusado y en donde, según lo confesó, llevó al niño al sótano para estrangularlo. El testimonio de Santana, confirmó que Hernández sí estaba en la bodega de la calle Prince y West Broadway el día de la desaparición del menor.
En la sesión de este lunes por primera vez Hernández sonrió cuando entró a la sala y dirigió su mirada donde estaba sentada su esposa Rosemary y su hija Becky, que permanecieron durante toda la jornada sentadas evitando a toda costa hablar con nadie. Ningún familiar de Patz acudió al tribunal.
Las deliberaciones se reanudarán el martes.
Cargos que enfrenta:
Pedro Hernández enfrenta tres cargos : Asesinato en segundo grado, homicidio doloso y secuestro.
Si el jurado determina que Hernández mató deliberadamente a Patz, entonces será convicto por el cargo de homicidio en segundo grado, pero si el panel decide que la muerte del pequeño fue como resultado de sus acciones durante el curso del secuestro, entonces será hallado culpable de homicidio doloso.
Cada uno de los tres cargos tiene una pena de entre 25 años a prisión de por vida.