Al niño Chistopher le quitaron los ojos
MÉXICO.- La familia del pequeño Chistopher Raymundo Márquez pide justicia por el acto de barbarie que realizaron cinco adolescentes en Chihuahua. “Le quitaron los ojos, le partieron el labio, le rebanaron el cachete y le dieron 27 puñaladas por la espalda”, dijo Rita Isela Alvarado, tía del menor asesinado.
Los detalles de estos hechos narrados por la familia al portal local Omnia, revelan que la víctima quedo tan mal trecho que las autoridades no permitieron a la madre ver el cuerpo y al momento del entierro, ésta se aferraba al ataúd entre sollozos.
Durante el velorio, Claudia Alvarado, la abuela, pidió cárcel para todos, aún cuando tres de los menores tienen 12 y 13 años. “Lo ataron, acuchillaron, apalearon, es algo que no puedo concebir? que no los dejen libres”.
La familia fue respaldada por pancartas de los asistentes que rezaban.
“Que paguen los culpables, aunque sean niños”, “No mataron un perro, era un niño de tan solo seis años”, “Que no los dejen libres, que paguen”, “No fue un juego, que paguen”, “Justicia para este angelito”.
Por su cuenta, vecinos de la colonia Laderas de San Guillermo, donde vivía el niño, juntaban firmas para echar a los victimarios y sus padres de la zona.
Según los moradores del barrio, los asesinos tenían una pequeña pandilla con la cual habían realizado otras fechorías previamente y esta vez no piensan dejarlo pasar.
“Estos niños veneran a la Santa Muerte y ya han hecho cosas macabras en varias ocasiones, por eso creemos que no fue un juego ya que la forma en que lo mataron no es una obra de un simple juego”, dijo una de las vecinas a la prensa local
De acuerdo con los testimonios descritos por el fiscal del estado de Chihuahua, Sergio Almaraz, el pasado jueves, los menores invitaron al niño Christopher a recoger leña cerca de un riachuelo, pero en el camino cambiaron de plan para jugar al secuestro.
Con ese argumento, lo ataron de manos y pies y lo golpearon con piedras. Luego lo sofocaron con plásticos.
Una de las dos niñas involucradas cavó un hoyo, le dio una puñalada por la espalda y entre todos lo pusieron bocaabajo entre plásticos, maleza y un animal muerto.
Posteriormente, cuando la madre denunció los hechos, uno de los adolescentes se arrepintió y confesó todo. Así dieron con el cuerpo.
De acuerdo al diario Nayarit en Línea, entre los autores del crimen había familiares del niño, se trata de dos varones de 15 y 12 años, y una menor de 13, quienes eran primos de Christopher.