David Sweat, fugitivo de NY apresado, se confiesa como el “cerebro” de la fuga (VIDEO)

Continúan saliendo más detalles de la increíble fuga que por cerca de tres semanas tuvo a las autoridades de Nueva York en jaque a la búsqueda de dos criminales que consiguieron romper las medidas de una de las cárceles más seguras del país.
Según informa CNN, el fugitivo que fue capturado con vida, David Sweat, sigue dando información sobre cómo consiguieron abandonar la prisión. De sus palabras se desprende que él fue el cerebro que dirigió la operación que, finalmente, fue un fracaso.
Desde el hospital en Albany donde se encuentra recuperándose -ha salido de su condición crítica-, el reo ha indicado que los planes para poder salir de la prisión comenzaron a idearse hacia el inicio de año. Durante todos esos meses, Sweat y su compañero Richard Matt -que murió tras ser baleado por la policía- fueron elaborando una estrategia. Fue tan minucioso el trabajo que incluyo llegaron a realizar una “escapada de prueba” para comprobar que tenían todo bajo control, según informa la televisora.
En dicho paseo exploratorio atravesaron numerosos túneles y tuberías hasta alcanzar una alcantarilla. Sin embargo, Sweat manifestó su temor a tomar ese camino porque observó numerosas casas en los alrededores. Ante el miedo de que fueran descubiertos el día que finalmente decidieran ejecutar su fuga, prefirió buscar otra ruta, según informa NBC News.
Tanta preparación finalmente dio su resultado y finalmente los dos convictos consiguieron dejar atrás el 6 de junio los barrotes donde habían pasado los últimos años.

Las autoridades aún siguen investigando cómo es posible que consiguieran escapar. Según Sweat tan sólo utilizaron sierras para poder abrir los túneles que les llevaron a dejar atrás la prisión. Este pasado martes 12 personas fueron suspendidas de sus funciones. Entre ellas se encuentra el el superintendente de la prisión, Steven Racette, y su asistente, Stephen Brown.
Ya con anterioridad se había arrestado a dos personas que se cree facilitaron las tareas a los dos presos: la empleada del taller de costura de la prisión, Joyce Mitchell, quien se acercó a los hombres y acordó ser su chofer de escape pero se arrepintió al sentirse culpable, y el oficial de la correccional Gene Palmer, cuya supuesta participación aún no está clara.
La odisea de Matt y Sweat acabó finalmente la pasada semana, cuando el primero fue baleado el viernes y el segundo apresado el domingo. Las últimas informaciones sostienen que cuando los agentes le dispararon se encontraba enfermo y borracho. Además, su compañero Sweat lo había abandonado porque ralentizaba la fuga. En un principio habían planeado viajar a México pero dadas todas las complicaciones que sufrieron desde el primer momento, tuvieron que improvisar y aparentemente su destino final iba a ser Canadá.