Buena gente: Un peruano “Vivo en Nueva York”
Renzo Grande, fotógrafo, documentalista urbano
A veces parece estar chequeando su email; otras ensayando una desafiante postura de yoga. Lo cierto es que este peruano no está haciendo ni lo uno ni lo otro sino tomando cautivantes fotografías de esta ciudad y quienes la habitamos.
“Me volví muy diestro en aproximarme sin romper el momento”, comenta mientras dispara su Iphone 5 con disimulo y sin alertar a sus sujetos.
Lo desincentivan las poses y su lente busca la intensidad –a veces alegre y eufórica, otras hiper sombría- de esta metrópolis donde todo sucede a la vez.
Mientras camina, su ojo escanea diversas escenas: Una pareja mayor a la que un policía pita el silbato porque un taxi les frenó en el mero medio de la 5ta. Avenida; un hombre de traje que se come compulsivamente las uñas y un homeless que acarrea su vida en cuatro bolsas y se dirige vaya a saber dónde. “La clave está en no dejarse llevar por el frenesí de Nueva York. Cuando tomo fotos me repito a mí mismo: Tranquilo, respira, observa”.
Sentirse vivo y humano
Esa fue su premisa a la hora de elegir cómo darse a conocer en Instagram donde su cuenta @ALIVEINNYC es seguida por unas 30,000 personas.
Es durante su hora de almuerzo –se encarga de sistemas y tecnología en la agencia de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas- cuando sale de cacería fotográfica.
“Me motiva transmitir una emoción”, comenta mientras camina por Bryant Park. En oportunidades, su guía es su propio estado de ánimo. “Una compañera canadiense de la ONU murió al derrumbarse un edificio en Haití y esa tarde, deambulando, me topé con una chica que estaba recostada en una mesa, como llorando, y una amiga la reconfortaba tocándole la cabeza”.
‘Igers’ y @24hourproject
Así es como se llama a los ‘Instagrammers’ o usuarios de la aplicación y ellos van agrupándose por afinidad de temáticas o admiración por el trabajo. El sentido de comunidad es, para Renzo, uno de los aspectos más destacables de Instagram y lo que lo llevó a crear @IgersPeru una cuenta que él actualiza y que lo conecta a diario con su tierra. Otro de sus proyectos convoca, anualmente, a fotógrafos de todos lados a tomar una foto por hora durante 24 horas. “Cosechamos imágenes insólitas de la pobreza en París o el racismo en algún pueblo de Ucrania”, afirma. “Es un desafío enorme de resistencia y también por el entorno porque hay ciudades con mucha inseguridad o conflicto pero a veces en la crudeza están las imágenes más poderosas”.
Más información:
renzogrande.com
24hourproject.org



