$15 la hora, un experimento salarial
La subida para los trabajadores del fast food en NY será una prueba para el resto del país
Ayer se hizo oficial. La Junta Salarial de Nueva York aprobó el lunes la subida gradual del salario mímino a $15 la hora para los trabajadores de franquicias de comida rápida en el estado. Se abre ahora un periodo de comentarios públicos que durará 15 días antes de que el comsionado de Trabajo decida aprobar, rechazar o modificar esta subida.
Y el comisionado oirá muchas opiniones encontradas porque la subida del pago mínimo es un asunto controversial que afecta a muchas familias, a muchas empresas y a muchas teorías económicas. Una subida tan elevada a nivel estatal es un experimento de cuyas consecuencias depende que pueda haber un impacto a gran escala, en otros estados o a nivel federal. El Gobernador, Andrew Cuomo, dijo la semana pasada que este aumento puede ser un primer paso a nivel nacional.
Y es posible que incluso sin legislación haya un cierto efecto dominó porque como señalaba la semana pasada Flavia Cabral, trabajadora de McDonald´s y una de las activistas de la lucha por los $15, el sector de la comida rápida va a ser ahora más atractivo y otros sectores en los que hay bajos ingresos van a ver más presión para mantener a su mano de obra.
Desde el National Employment Law Project, una organización de tendencias progresistas, se explica que el sector de la comida rápida está disfrutando un fuerte crecimiento y beneficios y puede hacer la transición del incremento de sueldo que llegará a la ciudad en 2018. “Los beneficios de las cadenas de comida rápida han visto una subida de ganancias reales de 14.5% desde 2010 mientras que los salarios reales de los trabajadores han caído un 3.6% en esos mismos años”. Desde este centro y otros de semejante sensibilidad se ha defendido tradicionalmente que subiendo los salarios de los trabajadores, que son los que más porcentaje de sus ingresos dedican al consumo, más sano es el crecimiento de la economía.
Aunque en este centro no se vean consecuencias negativas, en el otro lado de la balanza, un estudio del American Action Forum y el Manhattan Institute — conservadores–, apuntaba a que la medida de subir el salario va a perjudicar a aquellos que intenta beneficiar, es decir, a familias de rentas bajas.
El estudio, que tiene como coautor a Douglas Holtz-Eakin (que fue director de la Oficina Presupuestaria del Congreso y asesor de la campaña del republicano John McCain), indica que si la subida fuera federal y el salario mínimo subiera a $15 la hora se perderían 6.6 millones de empleos. “Subirían las ganancias de los trabajadores de bajos ingresos en unos $105.400 millones como mucho pero solo una pequeña parte de estos ingresos adicionales beneficiarían a familias bajo el umbral de la pobreza. Solo 6.7% del incremento llegaría a los trabajadores pobres”, explica este informe.
“Los empleadores tienen tres mecanismos para pagar por el incremento de los costos laborales: menos ganancias, subidas de precios o menos trabajadores”, dicen sus autores.
En 2014, la Oficina Presupuestaria del Congreso, admitió que subir el salario mínimo federal de los $7.25 actuales a $10.10, que era la propuesta que en aquel momento no prosperó en Washington, destruiría medio millón de empleos. En el lado positivo, se calculó que 900,0000 personas saldrían de la pobreza.
Las cifras de la subida
136,000 trabajadores del fast food recibirán subidas de sueldo.
El año pasado el salario promedio de estos trabajadores fue de $9.03 la hora
El 60% de los negocios de comida rápida están en NYC y Long Island
Los trabajadores de franquicias ganan un 8% menos al año como promedio que otros en el sector de los restaurantes.